La empresa familiar Vassalli pasó de ser líder mundial en la fabricación de cosechadoras a quedar en mano de tres de sus concesionarios, perder mercado, acumular grandes deudas salariales y terminar tomada por sus trabajadores en reclamo del cobro de sus salarios y de la continuidad. Un panorama negro que en las últimas horas comenzó a aclararse, precisamente, de la mano de una de las descendientes del fundador, el histórico don Roque (nombre además de uno de los primeros y exitosos productos).
Esta semana Mariana Rossi Vassalli expresó su voluntad de recuperar la mayoría accionaria que había cedido –con el compromiso de mantener la actividad– a los empresarios cordobeses que gerencian hoy la firma. Su idea es traspasarle esa participación a otros interesados en tomar la posta que, dice, ya se le acercaron.
Desde el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector, la Unión Obrera Metalúrgica, aclararon que lo que busca la mujer no queda solo en una expresión de deseo. “Aún en este contexto económico difícil para la Argentina, la empresa insignia de Firmat es viable y tiene futuro tanto en el mercado interno como en el externo”, señalaron desde el gremio.
Miguel Carrara, abogado de Mariana, la nieta de Roque Vassalli, dijo que la fábrica tuvo un importante quiebre financiero y una gran baja de ventas. Advirtió que el colapso se remonta a 2014 y tiene origen en la caída de un contrato con Venezuela para la producción y venta de 250 cosechadoras. Tras eso, la firma argumentó que pasaba por una crisis económica y financiera y pidió acogerse a un proceso preventivo de crisis a la Nación.
“Por entonces Mariana convocó a cuatro concesionarios que parecían tener un interés objetivo en que la fábrica siga funcionando”, detalló el letrado.
Y continuó: “Cedió las acciones con la condición de que se reactive la empresa y se salden las deudas laborales. Es decir, que tiene un contrato privado con los actuales accionistas y ellos no pueden vender sin su autorización. Es el único recurso que tiene para resolver la crisis actual. Reclama las acciones para que le permitan negociar con otro grupo empresario y hacerse cargo de la firma”.
Mariana Rossi Vassalli cedió sus acciones en junio de 2016. Ahora espera que los actuales conductores “tengan una actitud de colaboración, y de esa manera, permitan que otro grupo inversor lleve adelante la planta”.
“Tienen que entender el derecho de ella. No todos los accionistas son iguales. Se lo tienen que dar por las buenas. Salvo que el actual grupo apueste por una mejor solución. Si se llega a una judicialización del caso, va a ser por las cenizas de la fábrica”, explicó el letrado.
Y concluyó: “Mariana cedió las acciones, está afuera y no puede tomar medidas dentro de la empresa”.
La historia
Vassalli es una de pocas fábricas de cosechadoras del país y emplea actualmente a unos 350 operarios.
Fue fundada en 1949 por Roque Vassalli cuando trasladó un taller de reformas desde la Cañada del Ucle, en el departamento General López, para armar en Firmat una planta modelo. Pronto se transformó en polo de desarrollo tecnológico y productivo a escala nacional. En la actualidad, está en manos de los distribuidores cordobeses que compraron el 75 por ciento a los descendientes de don Roque. El 25 restante quedó en manos de la familia.
El conflicto
La crisis de Vassalli se extiende desde hace tiempo. El año pasado, los nuevos titulares de la firma habían planteado la necesidad de ofrecer retiros voluntarios para achicar el plantel de 500 trabajadores con el que contaba la empresa, al considerar que la cantidad de empleados no era compatible para sostener el funcionamiento. Eso fue lo que generó el conflicto, que luego se agudizó con la falta de pago del salario de los obreros desde el mes de febrero.