El único detenido por el crimen de Ángeles Rawson, Jorge Mangeri, quedó más comprometido en la causa cuando los vecinos del edificio de Ravignani 2360 le contaron al juez que el día del crimen les pidió que sacaran la basura a las 17, dos horas antes de lo habitual.
Fuentes judiciales indicaron que algunos de los vecinos explicaron que Mangeri les tocó el portero eléctrico para hacerles ese pedido e incluso una mujer del edificio declaró que ese día se lo encontró en la terraza y lo notó muy extraño.
Pablo Lanusse, abogado de Franklin Rawson, padre de Ángeles, había asegurado al salir de Tribunales que apareció un dato clave para la investigación. «En la tarde de ayer llegó a mi conocimiento información que, debido a la sensibilidad, consideré que debería ser puesta en conocimiento por el juez, para corroborarla o descartarla», señaló.
Luego de pasar la noche en los Tribunales de Talcahuano 550, donde habitantes de los 16 departamentos de Ravignani 2360 declararon, Lanusse dijo que «la diligencia fue producto de la urgencia» y que «declararon aproximadamente 26 personas».
En tanto, el letrado sostuvo que «las declaraciones de hoy no han cambiado el cuadro probatorio contra el único acusado», en referencia al portero Jorge Mangeri.
Los vecinos del edificio del barrio porteño de Palermo, donde Ángeles Rawson vivía junto a su familia, declaraban ante el juez Javier Ríos en el marco de la causa en la que se investiga el asesinato de la adolescente, ocurrido el 11 de junio pasado y por el cual está detenido el portero.
En una sorpresiva medida, el juez Ríos convocó anoche, poco después de las 23 a todos los vecinos mayores de 18 años a prestar declaración testimonial. En ese contexto, tres camionetas de la Policía Metropolitana acompañadas por más de 11 coches policiales de civil se estacionaron frente al edificio y cerca de 50 agentes ingresaron para distribuirse entre los 16 departamentos.
Con el correr de las horas, los vecinos fueron abandonando el edificio de Talcahuano 550 luego brindar sus testimonios.