Un grupo de vecinos denunció que cada vez que el viento sopla del sur, la calle Del Valle Iberlucea al 400 se cubre con una nube de partículas blancas y plateadas. La corriente de aire, siempre según ellos, deja a su paso irritación en los ojos y en las vías respiratorias y tiñe con un polvo blanco las calles y casas de los vecinos de la cuadra. Al nubarrón se suma un fuerte ruido proveniente de la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (Assa) emplazada en Arroyito. Ese edificio, que funciona en la zona desde hace más de un siglo, dicen los vecinos es el origen de al menos cuatro denuncias radicadas desde 2013: en Assa, el ente de control (Enrsess) y la Guardia Urbana Municipal (GUM). Ayer a la tarde hicieron una asamblea y pidieron la intervención de los gobiernos provincial y municipal. El gerente de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco, sostuvo que no consta la existencia de una nube con esas características en la zona y que la empresa de aguas “tiene todos los sistemas de almacenamiento y dosificación que son los que técnicamente corresponden a una planta potabilizadora”.
Humo
La primera denuncia de los vecinos de Del Valle Iberlucea al 400 fue ingresada en Aguas Santafesinas el 3 de octubre de 2013. En esa ocasión, nueve vecinos de la cuadra firmaron el reclamo en el cual manifestaban la “preocupación en relación a distintos problemas vinculados a la salud ambiental de nuestro barrio”. La nota agregaba: “Ya hemos hecho intentos de diálogo con diferentes funcionarios, algunos con mayor resultado que otros, pero, nunca hemos recibido respuestas ni soluciones concretas para los temas planteados. Hay fugas de gas cloro, cal y contaminación sonora”.
El 26 de septiembre del 2016, Víctor Fernández, ingeniero industrial con un posgrado en Gestión Ambiental que se radicó en el barrio, llevó el reclamo de los vecinos a las oficinas del Ministerio de Medio Ambiente provincial y del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Enress). Esta vez los habitantes de Del Valle Iberlucea presentaron una carpeta que contenía una descripción de la contaminación ambiental, la denuncia anterior y fotos de la nube y de las casas y calles teñidas de blanco. Estas dos cartas tampoco fueron respondidas.
El 2 de diciembre a la tarde volvió soplar el viento del sur y con él reapareció la nube blanca. Los vecinos decidieron llamar a la Policía y a la Guardia Urbana Municipal (GUM). “Era tal la nube de polvo que no se podía respirar. Por eso los llamamos para ver si podían hacer algo en el momento”, dijo un vecino. Los agentes municipales tomaron la denuncia y dejaron sentado que remitirían el reclamo a la secretaría de Medio Ambiente. El reclamo no generó repercusión y los problemas siguieron.
De acuerdo con los vecinos, la nube no sólo ensucia todo a su paso, sino que produce irritación en los ojos y en las vías respiratorias. Temen por otras secuelas en el organismo. En los días de lluvia se suma una corriente de agua blanca que baja por la calle Juan José Paso –donde está el portón de la planta de Assa– y que tiñe las calles, desagotando en las alcantarillas.
De acuerdo con Víctor Fernández, la planta de Assa usa una serie de productos químicos para depurar y potabilizar el agua. “El problema es que, por algún motivo parte de esos productos vuelan sobre la cuadra. Es un polvo de cal, sulfato de aluminio y derivados del cloro”, explicó a El Ciudadano. Lo preocupante, sostuvo, es que la contaminación lleva años sin ser advertida por alguna repartición estatal.
Ayer por la tarde, una veintena de vecinos se juntó en Del Valle Iberlucea para elaborar un pedido conjunto y pedir a las autoridades provinciales y municipales la urgente intervención en el caso. Reunidos en Del Valle Iberlucea al 400, sostuvieron: “Decidimos hacer pública la denuncia porque ya agotamos todos los canales posibles”.
El rol del Concejo Municipal
El presidente de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Concejo Municipal, Osvaldo Miatello, explicó a El Ciudadano que es importante que los vecinos acerquen este tipo de denuncias al órgano legislativo de la ciudad como uno de los canales posibles de denuncia. “Cuando llegan estos reclamos, lo que hacemos es interiorizarnos de la situación y pedir un informe o la intervención del área del Ejecutivo municipal correspondiente”, dijo el edil. Además, indicó que, dependiendo del caso, se solicita un estudio de impacto ambiental. De esta manera, agregó: “Si bien no tenemos la potestad de tomar medidas como el Ejecutivo, el acompañamiento del Concejo le agrega fuerza y validez al pedido de los vecinos”.