Desde hace un mes hay un tema que no escapa las conversaciones de vecinos de barrio Industrial: la ola de escruches que tiene en vilo a un sector que, en un mes, impulsó diez denuncias por hurtos. La actividad de los grupos de WhatsApp vecinales, a los que cada día se suman más integrantes, son muestra del alerta que atraviesa la vida cotidiana de los habitantes de la antigua zona fabril. En los teléfonos circulan fotos de sospechosos, se avisa sobre movimientos sospechosos y algunos se aventuran a tejer teorías sobre entregadores, dateros o connivencia policial en los hurtos.
Por lo pronto, de esa organización barrial surgió iniciar “una gestión ante el Ministerio de Seguridad de la provincia por más seguridad para el barrio”. La propuesta es de la Vecinal y Biblioteca Amor al Estudio (Junín 1684) y consiste en juntar firmas por todo el barrio por medio de representantes de cada cuadra y luego solicitar una reunión con la cartera de Seguridad y los jefes policiales de la Unidad Regional II para exigir mayor y mejor prevención.
Según contaron vecinos a El Ciudadano, la manzana delimitada por Vélez Sarsfield, Bahía Blanca, Bogado y Formosa es la más afectada. Intrusos en los patios, corridas por los techos y botines de escaso valor están a la orden del día. “Lo más caro que alcanzaron a robarse es una caja de herramientas, pero la reiteración de los hechos preocupa. En una ocasión, un ladrón entró cuando una vecina estaba en la casa durmiendo, y esas situaciones pueden terminar muy mal”, recalcó un habitante del barrio de zona norte.
La manzana está atravesada por la llamada Vía Muerta, antaño un lugar donde los pibes del barrio se juntaban a pasar la tarde. Hoy apuntan que es un corredor por donde los escruchantes aprovechan para escabullirse y salir de la zona. “Un vecino tenía un parrillero de hormigón a la vera de la Vía Muerta, pero tuvo que demolerlo porque los rastreros lo usaban como escalera para trepar a los techos”, dijo un residente.
La presunción de los vecinos es que, por la escasa logística de los robos, la mayoría es perpetrada por gente de la zona que está a la expectativa de los movimientos del vecindario.