Una nueva marcha para exigir el traslado de la pastera UPM-Botnia de la costa del río Uruguay comenzó en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, en donde cientos de jóvenes denuncian una vez más la contaminación que provoca la fábrica en la ciudad uruguaya de Fray Bentos.
Jóvenes de tres escuelas acampan cerca del puente que une Gualeguaychú con Fray Bentos para participar de esta duodécima movilización, de la que participa el Ministerio de Ambiente de la Nación a través del director de Recursos Hídricos, Oscar Fernández.
Por su parte, el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, no participará pero anunció que estará en Gualeguaychú el próximo viernes para escuchar a los vecinos sobre la necesidad de obras de dragado y balizamiento en el curso del río homónimo.
Con el lema «Por nuestra vida, por el planeta, fuera Botnia», la Asamblea Ciudadana Ambiental de esa ciudad entrerriana denuncia la contaminación que provoca la fábrica de pasta celulosa radicada cerca de la ciudad uruguaya Fray Bentos, frente a la argentina Gualeguaychú.
El asambleísta Juan Veronesi, explicó que «como todos los años, el colegio José María Bértora se encuentra realizando un acampe en la zona, y este año se sumaron dos establecimientos más», por lo que «va a estar la juventud encabezando la marcha con mucho entusiasmo».
El intendente de Gualeguaychú, Martín Piaggio, dijo que «la crisis ambiental es social, política y económica, y hoy el desastre climático que vivimos, nos lleva más allá de lo alternativo y nos pone frente al desafío de lo posible». «Todo esto nos lleva a ratificar nuestro compromiso con el ambiente y a hacerlo extensivo a toda nuestra cotidianeidad, y por eso apoyamos a caminar por la vida, y decimos ‘Fuera las pasteras del río Uruguay’. Estamos seguros de que un pueblo que camina, no se domina», concluyó Piaggio.
Según la Asamblea, la planta Fray Bentos «extrae un volumen de celulosa que se vende en Finlandia por 1.100 millones de dólares, mientras que deja en Uruguay en concepto de salarios menos del uno por ciento de esta cifra».
La empresa finlandesa «desea hacer una nueva planta en Uruguay, exigiendo que el Gobierno uruguayo invierta 500 millones de dólares en red ferroviaria, para así alcanzar a producir el 50 por ciento de la producción mundial de celulosa de esta empresa», detallaron los integrantes de la Asamblea. «Si se crea una nueva planta de celulosa, Finlandia se estaría sacando de encima plantas contaminantes para dejar su país libre de ellas, trasladando la contaminación a regiones como la nuestra», sostuvieron los asambleístas.