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Vedaron las carreras de galgos

Si bien no hay cifras exactas ni registro oficial, se cree que las competencias con este tipo de perros mueven “cifras millonarias”. Penarán económicamente y con hasta treinta días de prisión a quienes quebranten la norma.

La prohibición de las carreras de galgos en todo el territorio santafesino ya tiene fuerza de ley y rompe así con el circuito de apuestas ilegales en donde se manejan “cifras millonarias”. Además, prevé penas de hasta treinta días de cárcel y brega, entre otras cosas, por la salud de los animales que son estimulados con drogas nocivas para su organismo. Tras el visto bueno del Senado durante la última sesión realizada en diciembre pasado, la provincia se convirtió en la primera del país en contar con una normativa de estas características.

La autora del proyecto fue la diputada de la Coalición Cívica-ARI Alicia Gutiérrez, quien lo elaboró en forma conjunta con particulares y organizaciones defensoras de los derechos de los animales. No obstante, al celebrar la sanción definitiva de los legisladores, se lamentó que “desde 2010 el bosquejo de ley había perdido dos veces estado parlamentario”.

Las carreras de galgos suelen llevarse a cabo en localidades menos urbanizadas del interior de la provincia mientras que ciudades como Rosario o Santa Fe se caracterizan por el desarrollo de criaderos de perros para competición.

La diputada señaló que en los pueblos más pequeños o alejados del sur y el centro de la provincia este tipo de competencia está naturalizada y mueve “números negros que alcanzan sumas inimaginables”.

Solamente el costo de las entradas a los canódromos va desde los cuarenta a los ochenta pesos.

Respecto de las sanciones estipuladas para quienes infrinjan la norma, habrá penas económicas de un máximo de 6.500 pesos y, de acuerdo a la gravedad de la violación a la ley en cuestión podrán ir a la cárcel de cinco a treinta días.

“Estamos sancionando tanto al que sea encontrado asistiendo a una carrera como al organizador, porque ambos actores son responsables”, consideró Gutiérrez.

Efecto multiplicador

Algunas localidades santafesinas en donde también son frecuentes las competencias con perros están ubicadas en el límite con Córdoba. Al respecto, la autora de la ley indicó que en la provincia mediterránea “hay un desarrollo importante de canódromos y hasta en un momento se decía que era la capital sudamericana de las carreras de galgos”.

Sin embargo, después de que se aprobó la ley en la Legislatura santafesina la iniciativa comenzó a copiarse en otras provincias.

“Las protectoras empezaron a hacer campañas en Buenos Aires y también en Córdoba, donde el gobernador (José Manuel) De la Sota mandó un proyecto de ley para prohibir las competencias. La sanción en Santa Fe tuvo un efecto multiplicador y empezaron a ocuparse en muchas provincias, lo que es otro punto más que se agrega a los objetivos de la norma”, concluyó Gutiérrez.

Maldades

El veterinario y concejal Carlos Cossia celebró la aprobación de la normativa que prohíbe las competencias de perros en la provincia, al tiempo que consideró que “si las carreras fueran legales no habría abusos de drogas con los animales como ocurre, en donde hay uso indiscriminado de anabólicos y hasta se los estimula con anfetaminas, cocaína o efedrina”. “Si las carreras se basaran en tres ejes: genética, alimentación y salud, entonces sería un deporte en donde el mismo animal disfrutaría de lo que está haciendo, pero en condiciones en que estas actividades se desarrollan de manera ilegal, entonces es cuando se hace abuso de todo tipo y el mayor afectado es el perro.

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