Los restos del legendario futbolista Francisco Varallo fueron velados esta tarde en una casa mortuoria de La Plata, y en medio de muestras de dolor de familiares y allegados.
El velatorio se inició poco después de las 16 en una cochería ubica en 57, entre 5 y 6, y sus restos serán trasladados mañana al cementerio local.
El ex delantero de Gimnasia y Boca, último sobreviviente de la final del Mundial de 1930, falleció esta madrugada a los 100 años de edad.
De hecho, Varallo había celebrado su centenario en febrero último y deja un recuerdo imborrable en los hinchas de fútbol.
En tanto, las autoridades de club platense y de Boca decretaron un día de duelo, por lo que ambas instituciones permanecieron cerradas.
Por su parte, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, expresó su dolor a través de un comunicado, en tanto que el sitio oficial de esa entidad destaca la noticia entre los principales acontecimientos de la jornada.
«Nos invade una profunda tristeza al saber que Francisco Varallo ya no estará más con nosotros: como persona y como representante de nuestro querido deporte», expresó el titular de la FIFA.
Blatter agregó: «En estos momentos de gran dolor, puedo sentirme orgulloso de que una personalidad como Francisco Varallo, quien vivirá para siempre en nuestra memoria, haya representado tan dignamente a nuestra familia del fútbol».
Francisco Antonio «Pancho» Varallo había nacido en Los Hornos, el 5 de febrero de 1910 y además del subcampeonato del mundo de 1930 había ganado un Sudamericano (actual Copa América) de 1937 con la selección nacional.
Se destacó en Gimnasia y Esgrima de La Plata y es uno de los mayores goleadores de la historia de Boca, recientemente superado por Martín Palermo.
Comenzó siendo full back derecho, en 1918 se probó en Estudiantes, pero no pudo abandonar el club al que pertenecía (12 de Octubre) y diez años después se incorporó a Gimnasia, ya desempeñándose como delantero.
Antes había jugado en un potrero del Ferro Carril Sud e incluso tuvo que discutir con su padre, quien se negaba a que practicara una actividad tan brusca.
De todas maneras, su fama fue creciendo a través del «boca a boca», puesto que en sus comienzos convertía golea de a ocho, como ocurrió en un partido de la tercera división de Gimnasia frente a Rioplatense.
En 1929 ganó el Campeonato Argentino, o también llamado Metropolitano décadas anteriores, y el profesionalismo lo encontró jugando para la selección.
La historia dice que pasó a Boca contra su voluntad pero motivado por necesidades económicas y allí debutó en un partido contra Chacarita. Convirtió su primer gol en el tercer encuentro, frente a Ferro; incluso anotó cuatro cuando enfrentó a Gimnasia de La Plata el 4 de octubre de 1931.
El 20 de septiembre de 1931 fue parte del primer superclásico del profesionalismo, convirtió de penal y se enfrentó con el arquero rival, por lo que debió suspenderse el encuentro.
A lo largo de su trayectoria, llegó a encabezar 181 goles en torneos locales, con un promedio de 0,87 por partido. También hizo 31 goles en 38 amistosos y catorce goles en trece partidos de copas de la época.
En 1994, la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociado) le entregó la Orden del Mérito que también le dieron a Bobby Robson, Gerd Muller, Beckenbauer, Pelé, Paolo Maldini, entre otros.
Por 70 años (1939-2009) fue el máximo goleador de Boca hasta que fue superado por Palermo, el 1 de marzo del año pasado.
El 18 de diciembre de 2008, a los 98 años, fue declarado Ciudadano Ilustre de La Plata en una ceremonia en la que también recibieron dicha condecoración otras celebridades del deporte nativas de la ciudad de las diagonales, una de cuyas calles lleva el nombre de este futbolista.
Fue titular en aquel partido decisivo que, el 30 de julio de 1930, en Montevideo, el local Uruguay le ganó por 4 a 2 a la selección nacional para quedarse con la primera copa de una competencia que se convertiría en la obsesión de todos los países futboleros.
En 1939, Varallo debió alejarse de las competencias futbolísticas a causa de una lesión de meniscos.
Después fue director técnico y condujo a Gimnasia, entre 1957 y 1959, en tanto que se desempeñó en otras funciones laborales.