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Venado Tuerto, como Rosario: ataque mafioso a la sede de la Fiscalía y mensaje incriminatorio

La sede del Ministerio Público de la Acusación recibió durante la madrugada una bomba molotov que no causó mayores daños. Pero dejaron con un mensaje que busca incriminar a un asaltante venadense devenido en narco, preso en Chaco. El fiscal Regional había hablado de ataques "al estilo Rosario"

La sede del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Venado Tuerto fue blanco de un atentando mafioso durante la madrugada de este martes. Se trató de una especie de bomba molotov que impactó contra la puerta de vidrio del edificio de calle Alvear 679, sin provocar mayores destrozos que paredes chamuscadas por las llamas. Él o los autores del atentado con la bomba incendiaria dejaron un mensaje escrito con el nombre de un venadense, quien está en un penal federal en la provincia de Chaco procesado en dos investigaciones por tráfico y comercialización de estupefacientes.

Voceros del área de prensa del MPA dieron a conocer un comunicado de repudio a la intimidación en el que reconoce que el atentado pudo haber estado relacionado con una de las investigaciones en curso en esa circunscripción. A finales de mayo, Venado Tuerto fue escenario de una serie de balaceras con trasfondo narco. Incluso, el propio fiscal Regional, Alejandro Sinópoli, trazó un paralelo de lo que ocurre allí con la narcocriminalidad rosarina. Dijo que los ataques, a los que calificó de preocupantes, ocurrieron “al estilo de Rosario”.

Molotov

A la 1.40 de este martes, el estallido de una botella quebró el silencio de la noche céntrica de la localidad de Venado Tuerto, en el departamento General López. Era una molotov que impactó contra la puerta de la sede del MPA. Las llamas se consumieron y no produjeron daños, pero los policías que llegaron al lugar vieron que la bomba casera estaba acompañada de un mensaje incriminatorio, una nota pegada a la pared: “Atentamente, Nahuel Novelino”.

De cañero a narco, en prisión

Mauro Nahuel Novelino es un personaje conocido en Venado Tuerto. Fue protagonista de la crónica policial el 5 de abril de 2016, cuando se fugó de la comisaría 2ª de Venado Tuerto –donde había sido trasladado desde el penal de Melincué para una visita con familiares– y 48 horas después fue detenido en la Terminal de Rosario por un policía que lo reconoció, según la versión oficial.

Por entonces, ya era un cañero de renombre en el hampa local, a raíz de una serie de asaltos a mano armada que tuvo eco en la prensa venadense.

Por el escándalo de la fuga en la que no se descartó complicidad policial, Novelino, de unos 30 años, quedó detenido en la cárcel de Piñero. Tenía una sentencia abreviada a dos años y medio en el fuero federal, por tenencia de drogas. Y tres imputaciones por robo calificado, en la justicia provincial.

No faltaba mucho para que recuperara la libertad, y tres años después, en septiembre de 2019, Novelino saltó a la palestra de nuevo. Esta vez, relacionado con causas más resonantes. Su celda fue allanada el día 18 de ese mes, ya que a partir de escuchas ordenadas por el juez federal de Venado Tuerto, Aurelio Cuello Murúa, se desprendió que Novelino, junto con su pareja Jésica Paola Flores, comandaba una organización narcocriminal a la que se le atribuía varios de los crecientes hechos de violencia registrados en Venado Tuerto.

“Novelino está acusado de ordenar desde Piñero las operaciones a sus subalternos, entre ellas la provisión de material estupefaciente, su distribución, la recaudación del producido y la adquisición de bienes. Entre las tareas que les requería se encontraban algunos «patrullajes» que realizaban en la ciudad para detectar los movimientos de quienes llamaban sus “enemigos”, e incluso el seguimiento a las fuerzas de seguridad orientándose particularmente a la identificación de vehículos, detectar posibles allanamientos y detectar al personal que las integra”, señaló por entonces el Ministerio Público Fiscal (MPF en la indagatoria).

Desde entonces, Novelino sumó dos procesamientos en la Justicia Federal, fechados en noviembre y febrero pasado, por tráfico y comercialización de drogas, agravados por estar sospechado del rol de organizador. Esas imputaciones motivaron que fuera trasladado hacia el penal federal de Resistencia, en la provincia de Chaco.

Claro que a la hora de investigar el ataque a la sede de la Fiscalía de Venado Tuerto, preguntas indispensables surge en torno de Novelino: ¿Se incriminaría a sí mismo o se trata de un atentado de falsa bandera? ¿Y por qué el blanco fue la sede del MPA, si sus causas en trámite son federales? No es un dato menor, ya que la sede de la Justicia Federal venadense (inaugurada en 2018) posee custodia fija y está ubicada a 150 metros de la del MPA.

Rosarinización

El propio fiscal regional de Venado Tuerto, Alejandro Sinópoli, admitió que una saga de tiroteos reciente fue “al estilo de lo que ocurre en Rosario” y que semejante violencia comenzó a visibilizarse en esa ciudad desde hace un año, lo que ameritó la creación de una “mesa de trabajo” donde los fiscales cruzan información sobre causas de balaceras. Incluso, dijo, algunos de los ataques son ordenados por personas privadas de su libertad.

“Son tiroteos por narcotráfico”, dijo sin vueltas el funcionario del MPA a FM Jota 98.3  cuando se refirió a tres ataques con arma de fuego ocurridos en la última semana de mayo.

Uno de ellos fue en barrio Villa Casey. “Hubo un tiroteo al estilo de lo que ocurre en Rosario, con una cantidad de disparos impresionantes, fueron 16 o 17 contra una vivienda. Esta característica de hechos se vienen dando desde hace un año aproximadamente en Venado Tuerto”, dijo Sinópoli.

En otro episodio, en barrio Iturbide, cuatro personas resultaron baleadas. Y en barrio San Martín, pistoleros tirotearon una vivienda. “Esto es de gran preocupación. Hay que prestarle mucha atención. Tiene que ver esto mucha veces con la organización (de los ataques) desde lugares de detención”.

Ahora, como ocurrió en Rosario en 2018 y 2019, aunque en menor escala, también en Venado Tuerto una sede judicial fue blanco de un atentado. “Hechos ilícitos de este tipo de ninguna manera modificarán ni alterarán el rumbo de las investigaciones en curso”, remarcó el escueto comunicado oficial sobre el ataque.

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