El magistrado Alejandro Segura (Juzgado Nacional de 1° Instancia del Trabajo) hizo lugar a una demanda efectuada por dos vendedores ambulantes del estadio de Racing Club de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y condenó en forma solidaria a Magary SA y a Racing Club Asociación Civil a abonarles a cada uno 71.332,81 pesos. El fallo fue celebrado por la seccional de Rosario del Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina (Sivara).
Los demandantes ingresaron en 1968 a trabajar como vendedores ambulantes de productos varios (bebidas gaseosas, golosinas, helados, café, panchos, etc.) en las tribunas del estadio de Racing. Luego de ello se le asignaron a ambos actores funciones como vendedores en puestos fijos existentes en las tribunas ubicado en la tribuna destinada al público visitante los domingos y algunos días entre semana, laborando un promedio de tres días por mes, a razón de seis o siete horas diarias.
«Los que vamos a la cancha sabemos que entrar a un estadio se ha puesto más difícil que subir a un avión con cara de árabe y que existen cámaras de seguridad en todos los estadios de fútbol de acuerdo a la normativa internacional aprobada por la Fifa», dijeron desde Sirava Rosario.
La resolución sostiene que existen numerosos fallos en que resultaren condenados por hechos análogos a los de esta carpeta clubes reconocidos como Argentinos Juniors, River Plate, Boca Juniors y así también el club Atlético Huracán.
Como la relación no estaba debidamente registrada, y se les negó trabajo, el agosto de 2012 remitieron sendas cartas documento formato ley 24.013 exigiendo la regularización laboral, con copia a la Afip. Como Magary SA rechazó el requerimiento y Racing Club observó silencio, se consideraron despedidos y reclaman las indemnizaciones por antigüedad, preaviso omitido, integración del mes de despido, aguinaldos atrasados y proporcionales, vacaciones proporcionales, salarios caídos y las multas contempladas por las leyes 24.013, 25.323 y 25.345.
El juez Segura consideró que Vallejos y Cardozo trabajaron en el estadio Presidente Perón de la tradicional institución de Avellaneda como vendedores ambulantes, bandejeros, y reflexionó sobre la actualidad del futbol argentino y la concurrencia a los estadios con algunas divertidas frases, como: «He visto a personas abrirse paso entre enjambres de espectadores apretados a razón de 5 o 6 en un metro cuadrado para ir a buscarse un Paty. Nada tiene mejor sabor que un choripán calentito antes de ingresar a un partido».
«Esta resolución histórica se gritó más que un gol en el sindicato de Sivara. El gremio y sus asociados lo merecían. Además se festejó como corresponde, y como lo dicen los manuales: todos abrazos en la tribuna. Felicidades, compañeros..!», celebró Sivara Rosario.
«El que dice que la venta de un pancho o una coca no es la actividad principal de un club de fútbol es porque nunca fue a la cancha. Y desde el Sivara delegación Rosario festejamos este favorable fallo y esperamos que sea el primero de los muchos reclamos que deben hacer oír a ese tribunero, cocacolero que acompaña al hincha todos los domingos», cerraron desde el gremio.