Por: José Calero/ NA
Como consecuencia de que la AFIP aún no publicó el nuevo piso para tributar impuestos internos por los autos, y en medio de una fuerte parálisis en la actividad económica, la venta de autos no arrancó el año aún. Las concesionarias no han tenido precio para vender autos nuevos en las últimas tres semanas, desde que comenzó el 2024.
Es que la ausencia de ese dato impositivo clave impide que las terminales le facturen unidades a su red. El Gobierno no ha actualizado aún la base a partir de la cual cobra impuestos internos a la venta de vehículos cero kilómetro.
A esto se suma que cuatro fabricantes de vehículos postergaron su regreso a la actividad por falta de dólares, que persiste desde hace 22 meses.
Los pronósticos son de menos ventas de vehículos, menos cantidad de producción y de exportación para el próximo año.
Para el titular de la consultora ABECEB y exministro de Producción del gobierno de Mauricio Macri, Dante Sica, “la devaluación y la falta de crédito dejan los salones de las concesionarias semivacíos”. “Hoy la gente gana 400 dólares por mes en promedio. Las automotrices les van a vender camionetas al campo, a las mineras, a las petroleras. Pero caerán las ventas de cero kilómetro para la clase media mientras no aparezca el crédito de los bancos”, sostuvo.
La Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) estima que las ventas de cero kilómetro caerán 30% este año.
En este marco de crisis, las automotrices General Motors, Volkswagen, Renault y Nissan no pueden volver a producir por ahora porque no tienen piezas.
En las tres primeras semanas del año, las concesionarias no tuvieron precio para vender autos nuevos. Y muchas de las fábricas automotrices están sin piezas para producir vehículos.
Según pudo saber Noticias Argentinas de fuentes oficiales, esta semana quedaría definido cómo se aplicarán los impuestos internos a la facturación de autos cero kilómetro.
La falta de divisas complica de las terminales automotrices.
La falta de dólares, que persiste desde hace 22 meses, impacta sobre el aparato productivo en general, pero especialmente sobre las automotrices.
Sólo Toyota Argentina utilizó la herramienta que ofrece el Gobierno, el bono Bopreal, para obtener crédito adicional de sus proveedores externos. Hace diez días, la filial de la automotriz japonesa suscribió aproximadamente US$ 1.000 millones del Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre o Bopreal. En su planta de Zárate trabajan 8.500 personas.
Fuentes de ADEFA estimaron que a partir de febrero otras terminales podrían sumarse a la suscripción del bono, que por ahora no tuvo el resultado esperado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Igual, la disparada de precios del segmento automotriz -incluidos los seguros- configura un cuadro casi dramático para las ventas del sector. El vehículo más barato del mercado cuesta casi 10 millones de pesos, poco más de 12.000 dólares a precio oficial.
El Toyota Etios AIBO, un vehículo que esta semana era inconseguible por “falta de precio”, es el auto “generalista” más barato y figura a 9,8 millones de pesos, unos 12.000 dólares.
Según la Asociación de Concesionarios Automotores (ACARA), durante este año las ventas de cero kilómetro caerán 30% contra los 450.000 patentamientos de 2023. “Esa cifra quizás haya que revisarla hacia abajo, trascurridos los primeros meses”, anticipó Sebastián Beato, titular de la entidad.
Panorama negro en el sector automotor.
En este escenario de parálisis, General Motors postergó la vuelta de sus vacaciones por dos semanas, del 29 de enero a mediados de febrero; Volkswagen la estiró poco menos de un mes, desde principios de febrero hasta fines de ese mes. Y las socias Renault y Nissan, que comparten línea de producción en Córdoba, postergaron su reinicio sin fecha.
Todas esgrimen no tener las piezas necesarias porque el Banco Central no les habilitó divisas para importar durante casi dos años.
Las demás automotrices (Ford, Fiat, Peugeot, Iveco y Mercedes- Benz) reanudaron su actividad o lo están haciendo en estos días, pero todas tienen dificultades con sus proveedores externos tras haber acumulado desde marzo de 2022, cuando el Banco Central endureció el cepo, una deuda que en conjunto suma 6.000 millones de dólares, según estimaciones de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA).
Qué pasa con el BOPREAL
El Banco Central dijo que habrá nuevas licitaciones de Bopreal Serie I, destinado a las grandes empresas, y todo indica que otras automotrices van a seguir el camino de Toyota. “Lo estamos analizando”, dijo a Clarín Ricardo Flammini, presidente de Nissan Argentina, quien explicó que “cancelar nuestra deuda, tanto con subsidiarias Nissan como con proveedores del exterior, es una prioridad”.
En el caso de General Motors, indicaron que ese bono es el único instrumento disponible hoy. Lo mismo dijeron en Volkswagen, donde tiene que ser aprobado por las áreas internas técnicas pero también desde Brasil. Una respuesta similar se escucha cuando se consulta a directivos de Stellantis, la marca que agrupa a las fábricas de Fiat en Córdoba y Peugeot en El Palomar.