Cualquier señal de acercamiento que pudo haber existido en el pasado quedó descartada: no hay vuelta atrás en la relación entre Luis Ventura y Jorge Rial. Luego de que el ex conductor de Intrusos criticara la última entrega de los premios Martín Fierro y la decisión de Aptra de no homenajear al programa de espectáculos que lleva más de veinte temporadas al aire, el presidente de la entidad salió a responder con munición pesada y desenterró viejos escándalos de la época en la que trabajaban juntos.
«Rial hoy se ha constituido en una especie de defensor y abanderado de Intrusos, cuando en más de una oportunidad atentó contra el propio programa y contra algunos compañeros», declaró este miércoles Luis Ventura en A la tarde. Además, aseguró que su colega había prohibido a ciertas figuras del mundo del espectáculo, como Florencia de la V, Moria Casán y Ricardo Fort. Y aunque no quiso precisar los motivos por los que no quería a la actual protagonista de Intrusos y la protagonista de Brujas y Julio César, se explayó con el caso del empresario chocolatero, fallecido en 2013. «Lo prohibieron porque había alguien que le quería cobrar un peaje de 15 mil dólares mensuales», expuso el presidente de Aptra.
«Entonces, cuando yo firmo un contrato teatral con Ricardo, desconociendo eso, que no era para salir en televisión, alguien se enojó mucho y yo no abrí la boca durante todo un año», agregó. Este enojo, según Ventura, fue el disparador para que en Intrusos se hablara de la sexualidad de Fort, de sus problemas financieros y la baja recaudación de sus espectáculos. «Entonces, yo digo que no me busquen porque hay más. Mucho más y todo esto, a lo mejor, podría haber sido un libro para el que me daban un millón de pesos para empezar a escribir», sumó.
Horas más tarde, de visita en el piso de LAM, el polémico periodista continuó con su descargo. «¿Se acuerdan lo que hacía con Gran Hermano, que ponía los nombres a dedo para que lleguen a la final los que le convenían? Eso lo he escuchado yo. «Sacá a ésta y poné a la otra»», planteó. Y aseguró que el voto del público no tenía incidencia en la definición del reality: «Había conveniencias, cosas. No estamos hablando de una elección, estamos hablando de un programa donde hay que buscar los mejores beneficios, el mejor rating y la mejor recaudación».