El pasado 21 de diciembre, Tamara Lurgo, propietaria del local de waffles que eran furor en la ciudad de Córdoba desde 2021 fue clausurado por la Municipalidad. La faja que atraviesa la puerta del comercio ubicado en Duarte Quiros 241 reza: «Publicidad en infracción».
Detrás, el cartel que señaliza el local gastronómico señala: «Que no te apene», uno de los slogan que se repite en las redes sociales. Pero otro de los carteles, que lucía uno de sus productos -un waffle en forma de pene bañado en chocolate de varios colores- fue secuestrado por los inspectores municipales.
Pasaron 14 días desde que tuvo que cerrar sus puertas tras las denuncias que hicieron vecinos en la Municipalidad, y Tamara aún no puede reabrir las puertas de su comercio.
Los waffles tiene distintas variedades, algunos tienen forma de pene y otros de vagina, los hay rellenos, con toppings o bañados. Esas son las opciones que tiene “Ver gotas”, el local que que abrieron los hermanos Daniel y Tamara Lurgo en 2021, y cuya idea nació de ver videos en TikTok. Desde que abrieron sus puertas fue un furor inmediato. Primero con la forma fálica y luego incorporando las de la anatomía femenina. Pero la clausura fue un golpe que encontró a los hermanos en un muy mal momento.
En diálogo con MDZ, la comerciante que anunció la clausura en sus redes asegurando que las denuncias en su contra fueron por “faltas a la moral y a las buenas costumbres”, admitió que no sabe cuándo podrán reabrir. Lleva 14 días, pero podría pasar un mes más.
Tamara contó que luego de que abriera su local junto a su hermano hace dos años, meses atrás él se fue del país. Y como son muy unidos, «nunca se nos pasó por la cabeza cambiar la titularidad del comercio». Es por eso que, para avanzar con el expediente y levantar la clausura, deben realizar un cambio de titularidad que les va a llevar un tiempo.
Mientras tanto, por las denuncias que recibió por la cartelería externa, comentó que tiene que cambiarla obligatoriamente si quiere que la Municipalidad le permita volver a abrir las puertas. «Eso también es un gasto enorme con el que no contaba. Pero pienso hacerlo porque necesito trabajar», admitió. «Me incautaron un cartel de la calle porque tenía fotos de los waffles y otro cartel que tenía un ploteado. Me cobraron dos multas por las denuncias y me pusieron una faja por la publicidad en infracción», detalló Tamara.
Por delivery
Mientras continúa los trámites para destrabar la clausura, la comerciante comenzó a hacer ventas de sus productos por delivery y a través de aplicaciones como Pedidos Ya o Rappi. «Me está yendo bien, la gente se está prendiendo y nos hace pedidos para colaborar. Pero la facturación nos bajó a casi la mitad de lo que hacíamos en el local físico. Vendemos casi un 50% menos», admitió Tamara.
Sobre el tiempo que calcula que seguirá con las puertas cerradas, indicó: » Yo espero que sea a corto plazo, estoy haciendo todo lo posible para acelerar el trámite, porque es insostenible manejarme solo con pedidos o delivery. Estoy vendiendo como para subsistir, para pagar los gastos fijos, aunque no tanto como me gustaría, no tanto como si estuviese el local abierto», se lamentó.
Aún así agradeció a los clientes que, solidarizados por los motivos de clausura de su local, hacen pedidos para apoyar a la comerciante. «Hay mucha gente que nos escribe para probar los waffles o con la intención solo de ayudar. Pero no puedo mantener el precio normal en algunas aplicaciones por las comisiones que nos aplican», señaló.