A una semana de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso), la precandidata a intendenta del Frente Progresista Cívico y Social y actual concejala, Verónica Irizar, se mostró confiada de ser quién supere esta etapa y llegue a las generales del 12 de junio. En entrevista con <El Ciudadano>, Irizar remarcó que, de llegar al Palacio de Los Leones, los pilares de su intendencia serán el orden, la obra pública y la producción. Además, sostuvo que ya tienen delineadas un conjunto de medidas para los primeros cien días gobierno. “Rosario es una ciudad que no puede perder el tiempo, que tiene que seguir avanzando”.
—Si llegaras a ser la nueva intendenta de Rosario, ¿qué impronta le darías a tu gestión?
—La impronta de mi gestión va ser la impronta de la inversión, de la producción y de una ciudad con más orden. Una ciudad donde los rosarinos se sientan cuidados y protegidos las 24 horas por el Estado municipal. Hice toda una carrera desde abajo y conozco mucho la gestión y la ciudad. Conozco cada resorte administrativo, cada área en funciones. Voy a ser la intendenta que haga que las obras públicas continúen en la ciudad. Estuve sentada en la mesa junto al gobernador Miguel Lifschitz planificando las obras que transformaron la ciudad en estos cuatro años: el Mercado del Patio, el Aeropuerto, el Museo del Deporte, los grandes accesos a la ciudad. Es muy importante que la ciudad siga en esa zona de crecimiento. Voy a ser la que lleve adelante las obras públicas que faltan porque conozco más que nadie qué falta. Y todo con una característica que es innegociable para mí: que es que esas obras públicas se han hecho con transparencia. En Rosario cada centavo está puesto en las obras que ven los vecinos, no va los cuadernos, ni a los familiares y amigos. Y eso creo que es un valor. Acá no puede entrar la corrupción. La grieta a veces trae escondida detrás lo peor de la política. No podemos permitir que esa grieta entre a la ciudad y mucho menos los corruptos.
—¿Cómo ves la situación económica y social a nivel nacional?
—El gobierno de Cambiemos había prometido bajar la inflación, pero demuestran una incapacidad total para hacerlo. Estamos viviendo un proceso inflacionario desbocado que tiene un impacto muy fuerte en términos de indicadores sociales, de indicadores de pobreza, que marcan una señal de alarma en términos económicos y sociales. Y sin dudas que también abandonó la promesa de pobreza cero, porque vamos hacia un proceso de profundización de la pobreza. Cuando la desmenuzas y la analizás, hay un 20% de argentinos en una pobreza estructural y una gran dificultad de volver a insertarse en el sistema. No podemos seguir sosteniendo un país en el cual las personas se sientan incluidas con un subsidio a cambio de nada. Tenemos que hacer ese pasaje de la inclusión social a la inclusión productiva con un proyecto productivo de país. Y Rosario tiene todo el potencial para marcar el rumbo de la Argentina.
—¿Qué se puede hacer desde la ciudad en este contexto?
—Entiendo que la ciudad tiene que redefinir su matriz productiva. Hemos trabajado junto a (el candidato a gobernador) Antonio Bonfatti una propuesta para generar 600 hectáreas de suelo industrial productivo promovido en la zona sur de Rosario, donde el Estado provincial va a hacer las obras de infraestructura, apertura de calles, llevar los servicios y desde el municipio vamos a hacer el acompañamiento para tener nuevas industrias. Además está el tema del turismo, que creo que es esencial potenciarlo, pensar a Rosario como una ciudad de turismo receptivo, que genera empleo. Los principales problemas que tenemos como sociedad tienen una relación intrínseca con la pobreza. El problema de la violencia, la inseguridad, están profundamente relacionados. Nosotros hemos demostrado la capacidad para generar un Estado cercano, con un sistema de salud que es el mejor en la Argentina, con los Centros de Convivencia Barrial, los clubes de barrio, el deporte barrial, el Plan Abre, que es una respuesta multidimensional a la pobreza, que mejora la calidad de vida en los barrios más vulnerables llevando los servicios básicos de luz y agua, pero también trabajando con los jóvenes con programas como el Vuelvo a Estudiar o el Nueva Oportunidad.
—Hace unas semanas presentaste un programa de producción sustentable.
—Si, estamos trabajando con Bonfatti sobre esa lógica. Rosario es una ciudad que ya es casi una metrópoli. No hay límite entre Rosario y las ciudades vecinas. Por eso todo el suelo rural que aún tiene la ciudad hay que repensarlo con una lógica no convencional de agroecología. A su vez, tenemos el desafío de generar empleos de calidad, de crear un proceso de desarrollo productivo que nos permita producir los alimentos que consumen como mínimo el 10% de la población de la ciudad. Tenemos dos ejes. Uno tiene que ver con la agricultura urbana que la ciudad viene llevando adelante desde 2002, en medio de la crisis. Pensamos duplicar la escala que tiene ese programa, generar huertas comunitarias en espacios públicos donde la gente pueda ir a producir sus propias verduras de una manera agroecológica. Y por otro lado, el programa Cinturón Verde, que toma hoy en el predio urbano estos suelos rurales que han quedado muy cercanos al límite de la gran ciudad. Ahí potenciamos la producción agroecológica de alimentos pensando a su vez en generar una alimentación saludable.
—¿Cómo ves el tema de la seguridad en Rosario?
—La ciudad tiene que tener un rol en la prevención del delito y en ese sentido hemos presentado una propuesta de orden, prevención y seguridad. Pretendemos refuncionalizar las áreas de control, repensarlas para que tengan un rol activo para prevenir el delito. Pensamos fuerzas de control centralizadas, con múltiples tareas, y a su vez incorporar tecnología. Vamos a llevar la iluminación led a toda la ciudad, a cada barrio, porque así se construyen entornos más seguros. También vamos a potenciar el sistema de videovigilancia, queremos una ciudad ciento por ciento monitoreada. Lo que tenemos que exigir como rosarinos y rosarinas es un rol distinto a las fuerzas de seguridad, pero fundamentalmente a la Justicia. El gobierno provincial tiene en una lógica de transformación de la Policía y de la Justicia. Vamos en un camino que entendemos que es el correcto, pero todavía falta mucho. También estoy encima de los números del mapa de calor de cada barrio. Hay muchas zonas que estás atravesadas por la trama de del narcotráfico, que es un delito federal y necesitamos otra respuesta del gobierno nacional en ese sentido. No puede ser que para que vengan gendarmes o fuerzas federales tengamos que pagarles el alojamiento y la comida. Y creo que la estructura que está más en deuda con la ciudad es la Justicia Federal. Tener 30 personas, desde fiscales hasta que el que sirve el café, para investigar delitos complejos en la ciudad como el narcotráfico, la trata de personas, el tráfico de armas y el lavado de activos. Es un chiste, nos toman el pelo, eso no puede ser así. Como intendenta voy a reclamar recursos, porque no puede ser que esta ciudad tenga esa estructura para investigar los delitos ligados al narcotráfico.