El Vía Crucis encabezado por el padre Ignacio congrega todos los años a decenas de miles de fieles. Y este Viernes Santo no fue la excepción. Los seguidores llegaron a barrio Rucci desde la madrugada. A las 5 comenzó la llamada Hora de piedad de los hombres. El vía crucis de los Niños fue a las 15 y después vino la misa de adoración a la Santa Cruz. A las 20.30 empezó la procesión más esperada y que desde hace años es noticia en todo el país. Fue allí que el sacerdote de Siri Lanka dio un mensaje de paz.
“Mi fuerza siempre está para acompañar a la gente. Aunque nos equivoquemos, aunque metamos la pata, Dios nunca nos abandona. Aunque seamos pecadores siempre perdona. Esta noche hay que cargar el peso de la cruz con Jesús para encontrar paz en la gracia de Dios”, dijo a los fieles.
La procesión partió desde la Parroquia Natividad del Señor y recorrió las calles Mena, Colectora Juan Pablo II, Castex, Fornells, Discépolo, Minturn Zerva, Walt Disney, Nicolás, Ludueña, Pedroni, Walt Disney, H.Miranda, F.Ludueña, Gambartes, J.F. Kennedy, Avenida de los Granaderos, Palestina, para llegar finalmente a la Cruz.
En la previa al Vía Crucis el padre Ignacio había hablado con los medios. Dijo que en época de Pascuas los fieles llegan para buscar la paz, la tranquilidad y liberar el peso. “Desanimarse es fácil porque cuando uno no encuentra respuestas a la vida se siente fracasado e impotente. Uno tiene que vivir con lo que tiene. Calmar las ambiciones y pisar la realidad de la vida”, predicó.
Cuando le preguntaron por las cifras del Indec que muestran un decrecimiento de la pobreza en Argentina opinó: “Las encuestas son una cosa y la realidad es otra. Argentina no es un país pobre. Es un país muy rico pero los recursos no llegan al pueblo. No es pobre de bolsillo, la gente no sabe cómo usar o no se reparte bien. Ojalá algún día se logre”.
También dedicó unos minutos a hablar de seguridad. Dijo que para él en los últimos años la violencia en Rosario bajó y que fue porque tanto el gobernador como el ministro de Seguridad escucharon los pedidos de la ciudadanía. “Yo estoy desde hace 40 años y siempre existió la violencia. Hoy hay más tranquilidad. La violencia es grande porque hay grupos que por poder están chocando pero también noto que está más calmado”, opinó.
Sobre la cantidad de fieles que van a la procesión sostuvo: “Se dicen muchos números, pero lo más importante es la calidad de las personas que vienen”.