En el marco de una gira mundial que incluye el desembarco en varios de los principales centros urbanos del país, martes y miércoles, desde las 21, se presentará en el teatro Broadway (San Lorenzo 1223) el imponente Ballet de San Petesburgo sobre hielo. Es así que, desde hace algunos días, se trabaja en la puesta a punto del escenario de la sala local que, para la ocasión, se transformará en una pista de hielo profesional sobre la que se ofrecerá esta puesta (ver aparte).
Al cierre de esta edición las entradas para ambas noches podían adquirirse en el teatro a un costo que rondaba entre los 100 pesos para el sector de tertulias laterales y gradas, y de 400 para el sector de platea baja central.
Con todo el esplendor de la danza clásica tradicional, la compañía de prestigio internacional que dirige el coreógrafo y bailarín Rassadin Konstantin, llega de este modo por primera vez a Rosario para mostrar un programa compuesto por obras clásicas del repertorio de la danza mundial como La Cenicienta y El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, éste último en versión completa.
El show, de aproximadamente dos horas de duración, mostrará a unos cuarenta artistas en escena que harán gala de su profesionalismo, para exponer numerosos vestuarios que transportarán a los rosarinos a un mundo de hechizo e imaginación.
Aclamados por su delicada combinación de danza clásica, acrobacia y patinaje artístico, la compañía rusa se destaca en el mundo por el talento, técnica y coreografía de sus protagonistas que se convierten en verdaderas estrellas.
Sobre la inusual combinación de danza y patinaje, el productor de la gira latinoamericana, Alexander González, explicó que el ballet sobre hielo es un nuevo estilo de arte: “No es ni ballet clásico ni patinaje sobre hielo; es una nueva forma de ver el arte que nació hace 26 años”.
Por su parte, la primera bailarina, Marina Masova, comentó que todos son patinadores sobre hielo y, tras obtener varios premios en ese rubro, se dedicaron al ballet: “Logramos hacer, junto a nuestros directores y coreógrafos, una simbiosis de estas artes y hace varios años que nos dedicamos a esto”.
Los “amos del hielo”
El Ballet de San Petersburgo sobre hielo es, por excelencia, uno de los de mayor tradición cultural de Rusia. Resguardando la herencia del Ballet Ruso, su trabajo se orientó hacia la preservación de los más famosos ballets clásicos tales como La Bella Durmiente, Giselle, El Lago de los Cisnes, Cascanueces, La Bayadere y Don Quijote.
En la actualidad, el referido ballet triunfa en Rusia y Europa con su innovación de presentar sobre el hielo obras clásicas del ballet universal, como La Cenicienta y El Lago de los Cisnes, entre otras.
Caracterizado por la integración armónica de música, coreografía, decorado, argumento y, esencialmente, danzas, quizá las más sutiles y complejas por el dominio de cuerpo, postura y mente que exige a sus bailarines el género, los argumentos del ballet clásico suelen ser adaptados de la literatura universal o escritos especialmente para que un compositor cree una música.
Los bailarines rusos, y en especial los de San Petersburgo, son considerados también como los más famosos patinadores artísticos y, al mismo tiempo, son conocidos mundialmente como los “amos del hielo”, creadores de historias que fueron ideadas para tibiar ese desierto blanco que cubre su país, como: La Reina de las Nieves, La Bella y la Bestia, Los Cuentos de Narnia o el mismo San Nicolás.
Desde su origen en 1967, cuando la prestigiosa compañía se vinculó por primera vez con patinadores artísticos, el grupo presentó más de cinco mil funciones en Europa, África y Asia, desembarcando en prestigiosos teatros como el Lincoln Center de Nueva York, el gran salón del Pueblo de Pekín y la Ópera de París.
En un marco helado
Inédito para un escenario local, el del Broadway se transformará en una pista de hielo para recibir al Ballet de San Petesburgo. Tal como informaron desde la organización del evento, para la transformación, se necesitarán unas cinco toneladas de escarcha de hielo que fueron vertidas sobre una pista prefabricada procedente de Alemania para así crear una superficie lisa y compacta de 148 metros cuadrados. “La pista de hielo, una vez instalada, se conserva permanentemente conectada a un complejo sistema de refrigeración y a una planta eléctrica de alto voltaje para que ofrezca las condiciones técnicas necesarias para la actuación de los bailarines”, destacaron desde la producción. Asimismo, el escenario será preparado para albergar una gran puesta en escena que incluirá importante tecnología de iluminación y sonido.
