Dos agencias de viajes fueron condenadas por no advertir a dos pasajeras sobre el riesgo que implicaba viajar a Egipto en 2011, durante la revuelta que derrocó al gobierno de Hosni Mubarak, por la “conmoción interior” que vivía ese país y la “frustración” de la “finalidad de disfrutar” que esos episodios provocaron en las turistas.
La Sala A de la Cámara Civil –por la mayoría de los votos de los jueces Ricardo Li Rosi y Hugo Molteni, con la disidencia parcial de Sebastián Picasso– hizo lugar al pedido de indemnización de las viajeras que deberán ser recompensadas con 110 mil pesos cada una de ellas.
“Poca duda cabe de que la conmoción interior vivida en Egipto constituyó un acontecimiento extraordinario, ajeno al riesgo que comúnmente asumen los turistas, que quitó a su viaje toda posibilidad de disfrute y lo convirtió, más bien, en una angustiosa exposición a peligros y sinsabores”, evaluaron los magistrados.
La responsabilidad de las agencias “no deriva de la simple frustración de la finalidad sino de la omisión de haber informado oportuna y eficazmente esa circunstancia a las actoras y haber optado, en cambio –en una actitud claramente reñida con la buena fe–, por ejecutar mecánicamente un plan prestacional que ya no tenía ninguna utilidad para las viajeras, e incluso las exponía a riesgos evidentes”.
En esa línea los magistrados aludieron al “incumplimiento de obligaciones asumidas por las demandadas (incumplimiento de parte de los servicios turísticos comprometidos e infracción del deber de información), causó una inejecución total” de los programas contratados por las turistas a quienes “una vez en el hotel, les avisaron que nadie podía salir de aquel lugar”.
Las pasajeras planificaron el viaje para fines de enero de 2011, pero para el 26 de ese mes “la revuelta social en El Cairo era noticia mundial reflejada en los principales diarios de nuestro país”, sin embargo a las mujeres les dijeron que el viaje “podía desarrollarse con normalidad”.