Con «una contingencia inesperada» definió el director del colegio Sagrado Corazón de Rosario, Gustavo Dimónaco, el percance sufrido en la noche de este lunes un centrenar de alumnos de 6to grado: debieron postergar el viaje de estudios a Santa Rosa de Calamuchita porque los cuatro choferes encargados de trasladarlos dieron positivo en el test de narcolemia rutinario.
La presunción es que los conductores habían mascado hojas de coca «para mantenerse despiertos» durante el trayecto. Las chicas y chicos quedaron varados con sus equipajes e ilusiones de viaje porque no hubo forma de conseguir reemplazo profesional al volante. La partida, estimaron las autoridades del colegio, podría ser finalmente en la noche de este martes.
“Pedimos los controles de los choferes antes de partir y surgió esta contingencia inesperada”, confirmó Dimónaco. El colegio quedó a la espera de que la empresa contratada para el viaje disponga de otros choferes.
“Es la primera vez», se sorprendió el directivo del Sagrado Corazón. Es que no fueron uno o dos, sino todos los conductores los que dieron positivo al test realizado por personal de la Secretaría de Transporte de la provincia.
Los exámenes se hicieron “en la puerta del colegio, con cien chicos y sus familias esperando, aproximadamente a la hora 23”, abundó el director. La decisión –obvia– de suspender la salida, pese a que los choferes no tenían signos visibles de alteración, fue consensuada con los padres de los alumnos.
Antes, hubo un llamado “al dueño de la empresa Transur, a la que contratamos con muy buenas referencias», refirió Dimónaco, para pedirle los reemplazos, pero a esa hora fue imposible y los chicos debieron volverse a casa.
“El control fue de rutina, no es que vimos personas que no estaban en condiciones, pero nos encontramos con este escenario y decidimos tutelar a nuestros 100 estudiantes”, resumió el responsable del Sagrado Corazón.