El abogado Mariano Moyano, quien representa a acreedores de Vicentin que decidieron litigar en la Justicia de los Estados Unidos porque conocían los movimientos financieros de la empresa –y en particular las maniobras para ocultar activos a través de compañías fantasmas–, no tiene dudas: “Vicentin SAIC va a ir a la quiebra y sus directivos ya deberían estar procesados”, sostuvo el letrado en diálogo con El Ciudadano.
El estudio de Moyano se asoció a otros estudios de Rosario y Buenos Aires para “ver la posibilidad de reclamar judicialmente fuera del país cuando se encuentren los activos de Vicentin y de los directivos vinculados”. No confían en la Justicia provincial, donde se tramita el concurso de acreedores. Según Moyano, el juez de Reconquista Fabián Lorenzini “no puede tramitar el concurso existiendo sospechas de hechos ilícitos”.
Los clientes de Moyano no quieren litigar en el país. “Estamos tratando de determinar el destino final de todo el dinero desaparecido de la empresa Vicentin”, explicó el abogado. “Algunos indicios tenemos en base a la investigación sobre el flujo financiero que tuvo Vicentin en los últimos años a partir de la constitución de sociedades en Panamá, Uruguay, Estados Unidos y las Islas Vírgenes Británicas. En ese contexto hablamos con los colegas que están en la misma situación y representan a los acreedores de Vicentin y con los abogados que están trabajando el caso en Nueva York”.
—¿En qué etapa están las actuaciones en Nueva York?
—En una etapa prejudicial. Es un reclamo al juez de Nueva York para que levante el secreto bancario para con determinadas instituciones bancarias y financieras a los efectos de determinar qué sucedió con los préstamos otorgados por el comité creado ad hoc por cuatro o cinco entidades financieras de distintos países que le han prestado a Vicentin SAIC la suma de 500 millones de dólares”.
—Este es el segundo proceso de discovery, ¿qué ocurrió con el primero?
—El primer proceso de discovery se hizo en marzo. Se obtuvo determinada información bancaria del Grupo Vicentin que no fue suficiente para determinar el destino final de esas inversiones, pero han surgido datos interesantes en lo que refiere a la transferencia de activos financieros a sociedades y jurisdicciones no vinculadas a la actividad comercial normal de Vicentin. Eso llamó la atención de los acreedores y ahora se inició un segundo proceso de Discovery para solicitarle al juez de Nueva York que levante el secreto bancario para que los acreedores puedan saber qué pasó con los préstamos otorgados al Grupo Vicentin.
—¿Cuál es la situación del banco Rabobank?
—Rabobank es un banco holandés que tenía en garantía una participación accionaria en Renova SA, una sociedad que Vicentin compartía con Glencore. Glencore compró el 16,67% de las acciones de Vicentin en Renova, el 2 de diciembre de 2019 (días antes de que la empresa de Avellaneda se declare en cesación de pagos), y pagó 122,4 millones de dólares. Supuestamente tanto Glencore como Vicentin estaban al tanto de la garantía de esas acciones a favor de Rabobank, pero Rabobank demandó, por lo cual no cobró; se hizo una maniobra ilícita de ocultamiento de esta situación al acreedor.
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—Mientras tanto, se supo la semana pasada que un grupo de bancos del exterior pidieron ser querellantes en nuestro país…
—Así es. El objetivo de los bancos acreedores es litigar en donde corresponda a los efectos de determinar qué pasó con el dinero prestado a Vicentin. La semana pasada este grupo de bancos inició una denuncia penal contra Vicentin y terceros vinculados por el facilitamiento de la insolvencia fraudulenta de Vicentin SAIC. Intuimos que está vinculado Glencore. De hecho, en el Juzgado de Reconquista se investiga el rol de Glencore en el ocultamiento de activos de Vicentin a los acreedores argentinos.
—¿Cuál es el objetivo final de todos estos procesos?
—La idea es recuperar la plata de los acreedores y los bancos extranjeros están en la misma sintonía, saben que hubo maniobras defraudatorias, confirman que Vicentin procedió en forma ilícita en el ocultamiento de activos y están reforzando esta situación con los dos procesos de discovery en Nueva York y con la acción penal en la provincia de Santa Fe.
—¿Cómo pueden impactar los procesos que se tramitan en el exterior en las causas locales respecto de Vicentin?
—Lo que debiera suceder después de determinarse la responsabilidad criminal es que el juez del concurso (Fabián Lorenzini, de Reconquista) es darle vista al Juzgado Criminal de Instrucción a los efectos de informar la existencia de hechos ilícitos cometidos en el marco del concurso preventivo. El juez no puede tramitar el concurso existiendo sospechas de hechos ilícitos, porque le tiene que dar intervención al Juzgado Penal para que también se presente en el concurso.
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—¿Qué opina sobre el trámite del concurso de acreedores?
—Este no es un concurso preventivo normal; este es un concurso maniatado, sospechado de fraude y cada vez hay más evidencia sobre la comisión de hechos ilícitos. Ya tendría que haberse declarado la quiebra. La inexistencia del balance (2019) al momento de la presentación del concurso es causal de rechazo. El juez otorgó plazos no contemplados por la ley para la presentación del balance. Y el balance no tiene firma de auditor, con lo cual es inválido. Yo creo que Vicentin SAIC va a ir a la quiebra: eso es un hecho evidente, notorio y probablemente dilatado. Pero es una realidad. Ya debiera haberse decretado la quiebra hace rato. En el marco de las actuaciones criminales en varios países, los directivos de Vicentin deberían estar procesados. Los dos procesos de discovery van a servir para obtener información, pero nosotros además estamos trabajando en la posibilidad de hacer una acción penal en los Estados Unidos en virtud de que los bancos han sido vehículos del lavado de activos y del ocultamiento de activos por parte de los directivos de Vicentin y de terceros, a través del sistema bancario norteamericano. Ese es el próximo paso.
—¿Por qué los bancos fueron primero a la Justicia de Nueva York y recién ahora se presentan en la Justicia argentina?
—Lo que ocurre es que Vicentin tendría que haber colaborado con las entidades financieras extranjeras en la provisión de información para determinar el destino final de los créditos, el flujo financiero y la real situación bancaria de Vicentin, cosa que no ha sucedido. Por eso los bancos acudieron a la Justicia de Nueva York. Son falsas las afirmaciones de algunos directivos de Vicentin de que han colaborado con los bancos; si hubiesen colaborado no estarían investigados en la jurisdicción de Nueva York.
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