“Una manifestación del patriarcado”. Así resumió el defensor oficial Francisco Broglia el rechazo de un procedimiento abreviado presentado en noviembre pasado en el caso de una joven de 20 años acusada de matar a su ex pareja, en el marco de una desigual relación que transitó enmarcada en un contexto de violencia de género y vulnerabilidad. La fecha de iniciación del juicio oral estaba fijada para octubre, pero se suspendió gracias a una negociación entre la Fiscalía y la defensa que, a través de un procedimiento abreviado, acordaron una pena de 14 años por el crimen al entender que había circunstancias extraordinarias de atenuación.
Pero el tribunal que debía homologar el convenio lo rechazó. Dijo que los elementos presentados no eran suficientes para aplicar una atenuación al caso. Las partes apelaron y el Colegio de Jueces de 2ª instancia resolvió este martes revocar la sentencia, condenar a la mujer a la pena propuesta y ordenar el cumplimiento de la sanción en forma domiciliaria mientras sus hijos sean menores de 5 años.
Milagros Vallejos tenía 18 años en 2017. Había terminado una violenta relación con Ignacio Oro y estaba embarazada. La joven cargaba con una historia signada por la violencia. Desde adolescente vivió en situación de calle cuando su familia la echó. Desde entonces vivió en extrema vulnerabilidad y se vio obligada a prostituirse para mantenerse. Circunstancias que la llevaron a un consumo problemático de drogas, contaron fuentes del caso.
Cerca del 20.30 del 16 de abril de 2017 Ignacio Oro circulaba en moto con su actual pareja por calle Magallanes al 3900 cuando lo balearon. Recibió 4 impactos de bala calibre 32 milímetros en el abdomen por parte de Vallejos. Oro fue trasladado al HECA donde llegó a decir “Mili me tiró”. Murió 23 días después.
Milagros se presentó en Fiscalía un mes después y fue imputada de homicidio calificado por el vínculo. En aquel momento contó que había sufrido un episodio previo de violencia en su casa durante una discusión con Oro y en ese contexto disparó. Milagros le tenía miedo y ese no había sido el único episodio violento en la relación. Contó que se fue de la casa porque la convivencia no era sostenible pero Oro la buscaba y le pegaba. Dijo que no le quisieron tomar las denuncias de estos hechos. El juez Alejandro Negroni ordenó un arresto domiciliario y su ingreso a un programa social, contención por parte del Estado y arrancó un tratamiento psicológico.
El caso avanzó y el defensor oficial Broglia planteó que hubo circunstancias extraordinarias de atenuación en el hecho y destacó la importancia de profundizar sobra la violencia de género y la legítima defensa donde el requisito de la inmediatez de la agresión ilegítima debe entenderse en el contexto de violencia.
El juicio tenía fecha para el martes 28 de octubre pasado. Milagros llegaba con una imputación de homicidio calificado por el vínculo, lo que implicaba una perpetua, pero el defensor y la fiscal Marisol Fabbro venían manteniendo conversaciones para lograr un acuerdo abreviado y pidieron la suspensión del juicio oral.
A fin de noviembre las partes presentaron un convenio al tribunal compuesto por los jueces Ismael Manfrín, Carlos Leiva y Facundo Becerra. Acordaron 14 años de prisión domiciliaria por el delito de homicidio cometido bajo circunstancias extraordinarias de atenuación. Planteo que fue rechazaron por los jueces, lo que implicó el repudio del defensor oficial que tildó la decisión como “una manifestación del patriarcado” y una denuncia ante el Instituto Nacional de Mujeres.
El fallo fue apelado y revisado por los camaristas Guillermo Llaudet, Javier Beltramone y Bibiana Alonso. En esta audiencia participó el fiscal Alejandro Ferlazzo que explicó que para la acusación existen en el caso especiales circunstancias de atenuación y se quejó de la valoración que hizo el tribunal de las evidencias señaladas y valoradas por las partes. Explicó que la madre de la víctima se presentó días previos al juicio y dijo que había situaciones de violencia mutua entre su hijo y su ex nuera y que la acusada no había tenido ningún tipo de contención familiar ni institucional.
La madre de la víctima además dijo que no quería que la chica sea condenada a prisión perpetua y quería que mantenga una prisión domiciliaria para poder cuidar a sus dos pequeños hijos. El fiscal aclaró que al testimonio de la mujer se sumaron otras circunstancias que llevaron a acordar una pena de 14 años, sanción que se aleja del mínimo legal. El planteo fiscal fue íntegramente apoyado y reforzado por el defensor oficial Broglia.
Tras escuchar a las partes el tribunal de segunda instancia concluyó que, más allá de la opinión del alcance del control judicial de las evidencias presentadas en el marco del proceso abreviado, es correcta y razonable la interpretación de la evidencia efectuada en función del nuevo encuadre legal y revocaron por unanimidad la resolución. Además condenaron a Milagros Soledad Vallejos a la pena de 14 años de prisión efectiva bajo la modalidad de cumplimiento domiciliario mientras tenga hijos menores de 5 años a cargo.