La ninguneada Copa de la Liga empieza a aparecer en el horizonte leproso como un torneo tentador. De pronto, este certamen con dos zonas y cuatro clasificados por lado para buscar el título no debería ser despreciado. Hay equipos que se preocupan por no quedar condenados a descender; otros, los menos, piensan en las Copas y ponen alternativos; y el resto aspira a estar en el top ten para jugar un torneo continental en 2024. Y pelear el título, que además entrega un boleto a la Libertadores y un pase a una final con River llena de plata, debería ser una motivación para cualquiera. Y por ahí camina Newell’s, tras un inicio prometedor donde aprovechó dos partidos de local y suma 6 puntos para ser líder.
Ganarle a Lanús no fue sencillo, si bien Newell»s resolvió su principal problema y anotó rápido, su pecado fue desperdiciar innumerables chances para sentenciar el partido. Y sufrió, porque Leandro Díaz complicó con su potencia y los centros, con Lema, Canale y el propio Díaz, siempre pusieron a los hinchas en aumento de latidos. Y por un arbitraje de Merlos que es imposible no meterlo en el cajón de las sospechas.
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La Lepra lo ganó con una corrida impactante desde mitad de cancha, que se ensució al ingresar al área. No fue Aguirre, como se podría suponer, el slalom lo produjo Cristian Ferreira, que se disfrazó de Messi, desparramó rivales a pura velocidad, y si bien la jugada se ensució al entrar área, con un rebote inmerecedor de este gol, valió tres puntos, y la punta.
Con la ventaja, el equipo de Heinze se sintió cómodo, dominador y pudo ampliar y sentenciar antes. Pero Aguirre estuvo empecinado en hacer su gol y no pudo. Tuvo un tiro en el palo y muchas contras mal terminadas. Recalde y Sordo también desperdiciaron chances, y lo que debió ser tranquilidad en el final fue tension y sufrimiento.
Merlos, que junto al VAR no vieron como penal una toque dentro del área a Aguirre, expulsó a Ferreira por considerar que hacía tiempo cuando el volante se dirigió a ser sustituido antes de ejecutar un córner. Su actitud pedante y llena de soberbia le mojó la oreja a Newell’s, pero los jugadores leprosos sacaron carácter y entrega y consumaron un triunfo importante que ilusiona. Y hay argumentos para hacerlo.