Ganó Newell’s y eso es lo que importa. Así lo explicó Gerardo Martino en una entrevista hace poco. La Lepra necesitaba ganar para recuperar terreno en la Liga y no quedarse sólo con su contundencia en la Sudamericana. Y para lograrlo tuvo un rato de buen juego, mucho de sacrificio y una pizca de suerte. Sumado a su aura de invulnerabilidad cuando juega en el Coloso, el 2 a 0 ante Godoy Cruz tiene sentido. Aunque al Tata, como a cualquier hincha, no le interese analizarlo.
Un remate cruzado con destino de red de Allende da en el palo y cruza todo el arco leproso. Un tiro libre en forma de centro encuentra una mano estirada sin sentido de Rasmussen y le da un penal a Newell’s, que Recalde con un bombazo lo transforma en gol. A veces no alcanza con táctica, rendimientos individuales o planificaciones previas. La fortuna también juega, los imponderables suceden. Y esta vez esa moneda al aire cayó a favor de Newell’s. Adelantarse en el resultado en el Coloso es una combinación que la Lepra sabe manejar. Por eso el 1 a 0 pasó a ser una bendición.
Después está lo otro. El juego en sí. Y la propuesta de Heinze no se alejó demasiado a lo que pregona hasta el cansancio. Tenencia de pelota con paciencia con movimientos de los volantes, laterales y extremos para sorprender en algún momento con alguna marca liberada o un espacio libre para atacar. A veces sale, otras no. Por momentos el hincha lo entiende, aunque no siempre tiene paciencia cuando una acción con promesa de ataque vuelve a Hoyos.
Y el rival juega. Y Godoy Cruz lo hace bastante bien. Aunque por momentos disfruta más del buen trato de pelota que de la profundidad necesaria para llegar al gol. Después Allende le da al palo o López Muñoz le erra al arco tras despeje de Martino de cabeza donde los libros recomiendan no hacerlo.
También está lo individual, que muchas veces es tan importante como lo colectivo. O lo potencia, permite que fluya esa idea del DT. Ahí apareció Ferreira más metido que otros partidos, más lucido. Recalde también aportó lo suyo, que a falta de presencia constante en el área como muchos piden, tiene que ver con asociarse en el juego y sacrificarse para incomodar la salida rival. Además de patear como se debe un penal y fallar una chance clara porque la zurda no la tiene tan afinada como la derecha.
Pero el partido tuvo otro click al inicio del complemento. Ditta inició una de esas corajeadas en ataque que generalmente salen bien, pero alargó la pelota y en su afán de recuperarla levantó el pie demás. Y Trucco avalado por el VAR entendieron que era roja, aunque no pareció para tanto.
En el mapa del partido la zona de calor leprosa pasó a estar demasiado cerca de Hoyos y la barra de energía empezó a gastarse de tanto correr para compensar la desventaja numérica.
Hubo un tapadón de Hoyos y varias pelotas que pasaron cerca fueron la consecuencia de esta movida. Aunque también hubo una contra donde Pérez Tica no pudo con Rodríguez en el mano a mano, producto del cansancio.
Bancó Newell’s, con Gómez contagiando energía a un equipo que no le escapa al sacrificio. Y cuando Reasco provocó una falta para quedar 10 contra 10, el triunfo estaba fuera de riesgo. Incluso sumó un gol más, con Mosquera recuperando y definiendo como nueve. Para que el clamor popular por Méndez afloje un poco y entienda el porqué de las decisiones de Heinze, que apostó por no guardar nada y acomodó de nuevo a Newell’s en la Liga.