Cristian Pity Álvarez, líder de la mítica banda Viejas Locas, volvió a hacer de las suyas y esta vez, en Tucumán, consiguió enfurecer a sus seguidores: ante la tardanza en el inicio del show pautado para las 23 de este sábado en el club Argentinos del Norte, quienes habían comprado la entrada empezaron primero con insultos, y después con el incendio de parte del escenario, a expresar el descontento con el músico, quien hasta casi la medianoche estaba aún en Buenos Aires. Pity tomó un avión y llegó al lugar del recital a las 4 de la madrugada del domingo. Encima, no quiso salir ante el público en ese momento. Cuando se decidió, dos horas más tarde, el cariño de sus fans hacía rato que se había marchado: le tiraron con todo y le gritaron de todo. La música dejó paso al ruido.
El grupo originario del barrio porteño de Piedrabuena, en Villa Lugano, volvía a tocar ante sus fanáticos y era uno de los regresos más esperados del rock argentino, debido a que Álvarez hacía más de un año y medio que no se presentaba. Miles de fans de todo el país compraron su entrada para ir a ver el regreso de Pity.
El show en el club Argentinos del Norte estaba pactado para lasa 23 del sábado. Los seguidores de la banda saben que hay retrasos en sus recitales. El tiempo estimado, ya un clásico, es de dos horas. Pero esta vez el grupo se pasó de la raya.
Pasadas las 2 de la madrugada del domingo, los fanáticos empezaron a perder la paciencia y a renegar del «aguante». Algunos derribaron una carpa de ventas de bebidas, otros prendieron fuego a una parte del escenario y una torre de control, hubo corridas y avalanchas, insultos a los técnicos de sonido. Los avivados de siempre, incluso, aprovecharon el descontrol para robar algunos de los instrumentos musicales.
Pity tomó un avión privado desde Buenos Aires en la noche del sábado. Llegó pasadas las 4 al club Argentinos y, en lugar de subir al escenario, se encerró en su camarín. Pisó las tablas, ya algo chamuscadas por el fuego, a las 6. Fue tarde: apenas se asomó –rodeado de efectivos de seguridad privada– para intentar explicar una tardanza de siete horas se dio cuenta de que la contemplación de sus seguidores no daba para tanto. Le tiraron con botellas y lo que había a mano desde el campo del club.
La tensión en Argentinos se diluyó recién unas horas después, pero sólo para volcar el enojo en las redes sociales con insultos a la banda y al cantante, y reclamos para la devolución del dinero de las entradas. .
«Viejas Locas se suma a la lista de los músicos que se pasan por el orto a su gente (quien los puso ahí)», «Que decepción, loco», «Vinimos de todo el país, te esperábamos», «La gente se ríe, pero conozco pibes que juntaron peso por peso para llegar a la entrada del Pity, para que él nos cague culiando», fueron algunas de las frases que escribió el público. Otro de los fanáticos escribió: «Y el Pity nunca se apareció. Viejas Locas no volvió y una productora que no se supo manejar nunca. Una lástima… Muchos se vuelven con un sabor amargo a sus provincias».