Agustín Díaz Yanes, quien lo dirigió en Alatriste (2006), fue el encargado de entregarle al actor estadounidense el galardón más prestigioso del Festival de Cine de San Sebastián en una gala con aforo restringido en el Palacio del Kursaal de esa ciudad donostiarra.
Enseguida, el capitán del equipo de fútbol local, la Real Sociedad, Asier Illaramendi, le obsequió dos camisetas del equipo con su nombre estampado en la espalda, dada la conocida afición de Mortensen al fútbol.
Pero el fanatismo del artista por ese deporte y su pasión por San Lorenzo, lo que hace un par de días lo llevó a pasearse por el festival luciendo una remera donde celebraba la recuperación del predio del club en el barrio porteño de Boedo, hizo que se sumara a distancia el saludo del ex atacante Beto Acosta con la promesa de otra camiseta azulgrana con su nombre.
«El covid-19 nos ha jodido a todos y seguirá haciéndolo pero, por otro lado, es un obstáculo más en nuestra existencia, siempre hemos vivido con incertidumbre y la incertidumbre es ley de vida y la vida es un regalo. Tenemos que seguir adelante acompañando a los que están solos y honrando a los que no están, haciendo lo mejor posible con lo que podemos imaginar», propuso el protagonista de Capitán Fantástico y Todos tenemos un plan.
En el clip de felicitaciones, Cronenberg, que tiene un pequeño papel como actor en Falling, aseguró que Viggo «es capaz de hacer cualquier personaje» y que si pudiera «lo tendría en todas mis películas».
«Con él, no sólo tenés un actor sino un equipo entero de producción: decorador, vestuario, fotografía y cualquier aspecto técnico que le pidas; conoce todos los aspectos del cine y es muy colaborador, dulce y amable», resaltó quien lo eligió para protagonizar, entre otras, las recordadas Una historia violenta y Promesas del este.