El Tribunal unipersonal a cargo de Liliana Genovese condenó a tres policías por extorsión. Gonzalo Martín Pallavidini pasará 7 años preso por los delitos de extorsión en concurso real con privación ilegítima de la libertad, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público. Mientras que Cristian Rubén Ortiz y a Pablo Daniel Pinto fueron condenados a 6 años de cárcel por los delitos de extorsión en concurso real con privación ilegítima de la libertad, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El 15 de mayo de 2014 a las 17.30, el conductor de un camión marca Scania detuvo su marcha en la intersección de la ruta nacional 178 y acceso 10 S, a raíz de un desperfecto técnico. Minutos más tarde se hizo presente en el lugar personal policial perteneciente a Los Pumas en una camioneta. Los oficiales Pablo Daniel Pinto y Cristian Rubén Ortiz, le requirieron la documentación del vehículo y la carga al conductor y luego de ello le manifestaron que debían hablar con alguien de la empresa. Al lugar llegó el encargado de la misma a quien los policías le informaron que el camión debía ser trasladado a Peyrano por orden del jefe de la repartición.
El encargado de la empresa junto con Pinto se trasladó al destacamento de Los Pumas en Peyrano, y el conductor se quedó en el lugar con Ortiz. El encargado de la empresa se reunió con Gonzalo Martín Pallavidini y en presencia de Pinto, aquél le dijo al encargado de la empresa que tenían una infracción y no sabían si la mercadería era robada, y que si querían liberar el camión debían darle el 20 por ciento de lo que valía la carga (entre 15.000 y 16.000 pesos), y que ese día eran veinte, pero al día siguiente al mediodía era el 30 por ciento.
En horas de la madrugada del día 16 de mayo de 2014, cuando el encargado de la empresa intentó llevar al conductor del camión hasta una estación de servicio para que éste comiera y pudiera bañarse, el personal de Los Pumas, Pinto y Ortiz, que se encontraban apostados en el lugar, les dijo que el conductor no podía abandonar la zona hasta tanto se resolviera el tema de la plata que les había pedido el “Jefe”.
El encargado de la empresa y el dueño mantuvieron diversas comunicaciones telefónicas con el personal de Los Pumas, Pinto y Pallavidini, quienes en todas las oportunidades les manifestaron que una vez que se efectuara la entrega del dinero, el camión y la carga quedarían liberados y podrían seguir circulando sin problema por la región.
El encargado de la empresa entregó el dinero a Pinto en el Destacamento de Los Pumas de Peyrano. Fueron 10 mil pesos, conforme lo ordenado por Pallavidini. Dicha entrega fue monitoreada por Asuntos Internos (Delegación Zona Sur) y por la misma fiscal, a raíz de la denuncia efectuada por el dueño de la empresa, en la sede de dicha repartición policial en horas de la tarde del16 de mayo.
Conforme con la teoría del caso de la Fiscalía, a cargo de Valeria Pedrana, los acusados participaron en las maniobras con una clara división de la tarea delictiva, donde la participación de cada uno resultó fundamental a los fines de cumplir con la maniobra ilícita pergeñada, de la cual ninguno de ellos era ajeno, y sabían claramente todos los involucrados, las circunstancias de los hechos y la mecánica de los mismos.
