Dos jóvenes de 20 años fueron detenidos este miércoles en Villa Gobernador Gálvez bajo sospecha de tirotear una vivienda y de integrar una red de extorsionadores que en las últimas semanas roció de plomo frentes de domicilios y comercios para exigir dinero a sus propietarios. A uno de los aprehendidos se le secuestró dos pistolas calibre 9 milímetros tras una persecución. Para el Ministerio de Seguridad, ambos integran la gavilla del Gordo Dani, pata villagalvense de la banda los Monos, recientemente detenido e imputado por dos tentativas de homicidio.
De acuerdo con fuentes policiales, este miércoles a las 9 la fachada de una vivienda de avenida Filippini al 3000 fue atacada a tiros por dos jóvenes en moto. Personal del Comando Radioeléctrico que patrullaba la zona escuchó los disparos e inició una persecución hasta Caseros y Esperanza, a unos 500 metros del domicilio violentado. Allí fue detenido uno de los sospechosos, a quien se le secuestró una moto Honda Twister.
El restante, agregaron los voceros, fue detenido en los pasillos de un asentamiento precario en el marco de un operativo de saturación, al cual se sumaron efectivos de Policía Comunitaria. Los uniformados secuestraron dos pistolas 9 milímetros con sus respectivos cargadores que estaban ocultas bajo unas ropas.
Una de la dueñas de la casa de avenida Filippini al 3000 –cuya pared exhibe decenas de impactos– le dijo al portal Informa2 que se trató de la tercera vez que atentaron contra la vivienda. «Nos quieren echar, quieren la casa para poner un búnker», explicó. La mujer dijo que es hermana de Juan Osvaldo Fernández, muerto a tiros el en abril de 2019 en esa misma vivienda, en el marco de un conflicto vecinal.
Voceros de la cartera de Seguridad relacionaron a los detenidos –Rodrigo Ezequiel R. y Alejandro Ezequiel E., ambos de 20 años– con Héctor Daniel Noguera, alias Gordo Dani, apuntado como uno de los cabecillas de las bandas que se disputan el territorio en la vecina localidad que en las últimas semanas evidenció un incremento en materia de violencia urbana y extorsiones en la modalidad plata o plomo.
Todo pese a que Dani fue detenido el pasado 6 de agosto e imputado por dos tentativas de homicidio: ataques que se enmarcan, según investigadores, en un conflicto con las huestes del célebre Carlos Ariel “Jerry” Gaeta, emboscado a tiros a sus 49 años en un pasillo de Savio al 2500, el pasado 5 de agosto, en Rosario.
Bajo fuego
Esta no fue la única familia afectada por los atentados a balazos a cambio de dinero, ya que en una semana hubo otros cuatro tiroteos. Las vecinas y vecinos villagalvenses saben que este tipo de extorsiones no sólo se están incrementando día a día sino que también cada vez son más violentas. La percepción de los residentes quedó plasmada en las balaceras que se dieron a conocer de manera oficial.
Por caso, entre la noche del martes y la madrugada de este miércoles al menos otras dos balaceras sacudieron Villa Gobernador Gálvez, una de ellas llevada a cabo con una ametralladora. En Jean Jaures al 2100 a las 21, una casa y varios autos estacionados fueron atacados a tiros. Mientras que unas horas más tarde, a la 1, una casa de General López al 400 fue blanco de nada menos que 34 tiros, indicaron los reportes policiales.
Otro ataque resonante ocurrió la noche del 13 de agosto. Por tercera vez, en una saga que comenzó en junio, desde un auto gris le bajaron un cargador de pistola nueve milímetros a la fachada de la vivienda del gremialista del sindicato municipal, ubicada en Pueblo Nuevo.
Como si se tratara de otro capítulo del guión de una serie sobre mafias, el pasado 7 de agosto la concesionaria de motos Teo, de Juan Domingo Perón y Pablo Iglesias, fue atravesada por seis tiros en plena tarde y con clientela adentro. Por azar, nadie resultó herido. El dueño aseguró que es víctima de extorsiones y que los pistoleros le exigieron dinero en dólares o motos a cambio de no atacarlo.
El miércoles de la semana pasada la mafia fue por más: aún con custodia, la casa del comerciante, en Lituania al 5500 de barrio Saladillo, fue atacada a tiros: en la secuencia un efectivo policial fue alcanzado por un plomo en el tobillo.