“Villa Gobernador Gálvez se merece una mejor gestión. Hoy estamos en un estado de abandono en muchas áreas y los ciudadanos de Villa Gobernador Gálvez no queremos vivir así”, sostuvo Alberto Ricci, precandidato a intendente de la vecina ciudad por el Frente Progresista Cívico y Social.
El próximo domingo, el empresario, que viene del sector privado y se postula por la lista interna Adelante con el apoyo del precandidato a gobernador Miguel Lifschitz, competirá contra Carlos Dolce y Juan Balbi para encabezar la lista del FPCyS en la general del 14 de junio y tratar de desbancar al justicialismo de la conducción de la ciudad.
“Tuve que tomar una decisión que fue bastante dura para mí, dejar lo mío que es la actividad privada y meterme de lleno para levantar la ciudad. Después de todas las reuniones que mantuve con Lifschitz, Esteban Lenci y Antonio Bonfatti, como me dieron mucha seguridad y muchos proyectos para Villa Gobernador Gálvez, decidí meterme de lleno”, explicó Ricci.
—¿Cuáles son los problemas que tiene Villa Gobernador Gálvez?
—La problemática general es la falta de reparación de las calles, eso hace que el transporte no circule; los desagües están mal mantenidos, cuando llueve un poco muchos barrios se inundan. Después tenemos otra problemática que es el tema de la inseguridad, sobre la cual estamos trabajando con el gobierno de la provincia para ir metiendo más efectivos policiales, más móviles, viene un aporte de la provincia para la compra de cámaras. Otro tema son los dispensarios de salud, que tienen un horario de atención de 7 a 13, donde se logró que los que dependen de la provincia amplíen el horario de 7 a 17 y eso queremos hacer también con los municipales.
—Históricamente, Villa Gobernador Gálvez ha tenido problemas para pagarles el sueldo a los trabajadores municipales. Ser parte de un proyecto conjunto con un candidato a gobernador, ¿da confianza para ordenar las finanzas de la ciudad?
—Sí, una de las cosas que me hizo decidir a ser candidato fue ese apoyo. Cuando tenés un candidato a gobernador muy firme como Miguel Lifschitz, con el conocimiento que tiene de la región y la provincia, ayudó mucho a que esté hoy vinculado con ellos. Villa Gobernador Gálvez tiene un presupuesto muy acotado, del cual el sueldo de la planta de trabajadores consume un 90 por ciento y lo que sobra es muy poco. Es uno de los motivos por el cual ya hace varios años que está en emergencia económica, para sacar fondos de otras áreas e ir cubriendo los jornales. Vamos a trabajar para darles mejores servicios a los ciudadanos pero también exigirles el pago de los respectivos impuestos. Porque hoy paga impuestos solamente el 35 por ciento de la ciudad.
—¿Por qué se da ese bajo porcentaje de recaudación?
—Hay varios motivos. El hecho de que no se brinden los servicios de barrido, desagües, desmalezamiento, arreglo de calles hace que la gente diga «para qué voy a pagar si no pasa una máquina en todo el año». La otra cuestión es que hay un porcentaje alto de gente de escasos recursos que le dan prioridad a otra cosa y no al pago de los impuestos. Pero hay que empezar a ordenarlo de manera progresiva.
—¿Qué evaluación hace de las últimas gestiones de la ciudad?
—Fue una guerra tonta donde perdió el pueblo, con el hecho de «yo te voto esto y no te voto lo otro», nadie priorizó a la ciudad. Todo se fue degradando y hoy Villa Gobernador Gálvez se quedó en el tiempo viendo como crecen las localidades vecinas. Se les fueron poniendo trabas a obras de importancia, como el hospital nodal que se está haciendo del lado de Rosario. Ese hospital tenía que haberse hecho en Villa Gobernador Gálvez, el terreno era de la Nación y le pusimos la traba porque lo pedía la provincia. En este partido de «Newell’s contra Central», la ciudad se fue al descenso.