La obligaron a tomar alcohol y cocaína mientras le apoyaban un arma en la cabeza: “Con esta nueve te rompo la cabeza si no abrís las piernas”. Eran cuatro hombres que llevaron por la fuerza a una chica de 24 años a una casa del barrio Empalme Graneros. La golpearon y violaron en reiteradas oportunidades hasta que en un momento logró salir corriendo pero no pudo ir muy lejos. La siguieron en moto hasta atraparla, la llevaron a la casa y volvieron a ultrajarla; incluso le dispararon, el balazo le rozó la cabeza. La Policía llegó hasta la propiedad gracias a un llamado al 911.
Había una mujer y tres hombres en el interior, uno estaba en la habitación con la víctima. Apenas vio a los uniformados la chica contó el tormento que estaba sufriendo. Los hombres marcharon presos y fueron imputados por privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de cuatro personas y por el uso de arma de fuego. Este miércoles la Fiscalía solicitó una prórroga de la prisión preventiva y el juez actuante otorgó la medida cautelar hasta la audiencia previa al juicio oral. Aún resta identificar a uno de los agresores.
Casi 24 horas duró el calvario de esta joven que fue secuestrada, golpeada y abusada sistemáticamente en la casa de uno de los agresores, ubicada en la zona noroeste. Cerca de las 20 del 12 de febrero la chica fue interceptada por los atacantes en la calle. La llevaron a la fuerza hasta el domicilio de Alejandro Mauro A., de 31 años, donde le pusieron un arma calibre 9 milímetros en la cabeza y tras golpearla la violaron en reiteradas oportunidades cuatro hombres.
El cautiverio duró varias horas hasta que en un descuido la víctima pudo salir de la casa y correr pero no llegó muy lejos. Dos de los atacantes la siguieron en una moto y utilizando un cuchillo la amenazaron y la forzaron a subir a la moto para volver a la vivienda, donde la atacaron salvajemente, incluso le efectuaron un disparo que le rozó la cabeza.
Su escape y captura fue observada por algunas personas que llamaron a la Policía.
Tres comunicaciones entraron al 911 el 13 de febrero; cerca de las 15 una mujer contó que vio a dos hombres en una moto negra que le mostraron un cuchillo a una mujer mientras la ahorcaban. Otra comunicación alertó que llevaban a la fuerza en una moto a una mujer. El último llamado alertó que en la plaza Pocho Lepratti, ubicada en Junín y Vélez Sarsfield, dos hombres le taparon la boca a una mujer y se la llevaron a la fuerza en una moto.
Cerca de las 18.15 la Policía logró dar con la casa donde tenían cautiva a la joven. En la puerta había una mujer que contestó con evasivas las preguntas de los uniformados. Al entrar a la casa se encontraron con dos hombres: Ezequiel C., de 27 años, y Germán M., de 33, mientras que en la habitación estaba Alejandro Mauro A. –dueño de casa– con la víctima. Al ver a los funcionarios policiales la chica contó a lo que estaba siendo sometida. Los tres hombres marcharon presos y resta la identificación de un cuatro integrante de la gavilla de atacantes.
El trío fue imputado por privación ilegítima de la libertad y abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de cuatro personas y el uso de arma de fuego.
Más acusaciones
Además la fiscal Noelia Riccardi imputó a Ezequiel C. por un robo ocurrido el mediodía del 4 de enero de 2017 en la intersección de calles Sorrento y José C. Paz.
El sospechoso junto a un cómplice transitaban en moto e interceptaron a una persona que caminaba por el lugar y le robaron la cartera, aunque poco después fueron detenidos.
También a mediados de 2017 este hombre amenazó en Matienzo y Esquiú a un policía con un arma blanca para que se fuera. Ezequiel C. fue imputado por robo calificado por lesiones y atentado a la autoridad agravado por cometerse con un arma.
Mientras que Alejandro A. además fue imputado por un hecho ocurrido el 13 de enero pasado cuando golpeó a su ex pareja y la amenazó de muerte.
Este miércoles la fiscal solicitó una audiencia para pedir una prórroga de la prisión preventiva para el trío, lo que logró tras la decisión del juez Héctor Núñez Cartelle, quien extendió el arresto preventivo hasta la audiencia preliminar.