El 10 de diciembre de 2019 asumió en Rosario una nueva gestión de gobierno municipal, y con ella vino una novedad: se creó la Secretaría de Género y Derechos Humanos. No es que la ciudad no contara con estructura y dispositivos en funcionamiento: desde la década del ’80, comenzaron a diseñarse distintas políticas públicas para garantizar derechos de las mujeres y diversidades. La creación de la Secretaría hace casi tres años fue una decisión política: vino a jerarquizar todas esas herramientas que funcionaban por separado y les dio una estructura que las englobara. Este año, en el marco del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Secretaría presentó la Memoria Institucional 2020–2023 sobre Atención y Prevención de la Violencia de Género, un documento que recopila las políticas públicas ya implementadas y las que se crearon en esta gestión. Mariana Caminotti, titular de la repartición, habló con La Cazadora e hizo un repaso de estos tres años de gestión.
“Hoy estamos en un momento donde la agenda de género ha crecido muchísimo y se ha visibilizado de una manera inédita. Nunca hemos tenido tanta movilización. Hay una historia del feminismo y de lucha que es muy larga, pero en los últimos 5 o 6 años hay un parteaguas muy importante con el Ni Una Menos, que puso este tema en la agenda pública de una manera mucho más fuerte y mucho más potente que en otros momentos históricos”, dijo a La Cazadora Mariana Caminotti, secretaria de Género y Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario.
“No fue casual que en el año 2019 se creara el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades de la Nación, que (en 2021) se creara el Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia, ni que en 2019 en Rosario se creara una Secretaría de Género y Derechos Humanos, que la ciudad no tenía”, explicó la funcionaria.
Esta semana se cumplen tres años desde la creación de esa Secretaría a nivel municipal. Un hito dentro de la institucionalización de políticas públicas en la lucha por los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTBIQ+, que viene a sumar un eslabón más dentro de la cadena de acciones que desde Rosario se vienen desarrollando desde poco después del regreso a la democracia a esta parte.
25N
Este 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y, como todos los años, en Rosario se marchó hasta el Monumento a la Bandera. La ola de altas temperaturas no logró detener la movida feminista, que volvió a copar las calles para volver a denuncias que, en Argentina, cada 30 horas se comete un femicidio o un transfemicidio.
En este marco, desde la Secretaría de Género y Derechos Humanos presentaron la Memoria Institucional 2020 – 2023 sobre Atención y Prevención de la Violencia de Género, un documento que recopila las políticas públicas ya implementadas y las que se crearon en esta gestión.
Pero va más allá, porque el informe se sumerge en más de 30 años de historia de los principales hitos que tuvo Rosario en materia de atención y prevención de violencia de género.
“Hay que hacerle justicia a la trayectoria que tiene la ciudad. Yo soy investigadora del Conicet, y en mi último trabajo de investigación antes de asumir como Secretaria de Género estuve con otras colegas en un proyecto de investigación financiado por la Agencia de Investigación Científica del Fondo de Investigación Científica de la Argentina, donde estudiábamos las políticas de género locales en América Latina desde los ‘80 hasta ahora. Y cuando uno mira en términos internacionales, Rosario fue una ciudad pionera en este tema”, remarcó Caminotti.
El recorrido abre en 1988, con la creación del primer antecedente de lo que hoy es la Secretaría: la Dirección de la Mujer, que dependía de la Secretaría de Promoción Social (hoy Desarrollo humano y Hábitat). Desde ese espacio se creó el Teléfono Verde: una línea telefónica para atender y prevenir casos de violencia de género, que en ese entonces era llamada “violencia doméstica”.
“Rosario fue una de las primeras ciudades de la región que tuvo servicios de atención, con una línea telefónica de asistencia en violencia de género. Hoy nos parece algo que está instalado, que existe a nivel nacional, pero que cuando se crea en Rosario a fines de los ‘80 era toda una novedad. Rosario fue una de las primeras ciudades que tuvo servicios, que tuvo ordenanzas en este sentido, que tuvo un sistema de atención en violencia”, dijo Caminotti.
“Por eso decimos que Rosario tuvo una trayectoria de política pública que hace que hoy lleguemos a la creación de una Secretaría con un camino recorrido, que yo creo que hay que poner en valor”, expresó la funcionaria. “La Secretaría es nueva pero no partimos de cero: se crea en diciembre de 2019 y marca un nuevo hito, porque no es lo mismo tener un área que agrupe las políticas de género que no tenerla. Lo que tenía la ciudad eran básicamente servicios de atención en violencia que pudimos fortalecer y consolidar. Y en este sentido el informe rescata la importancia que tuvo esto en el contexto de la pandemia”, destacó.
Violencias en tiempos de covid
“Lo peor que puede suceder frente a una problemática como la violencia es no poder salir de tu casa, cuando gran parte de las situaciones de violencia, sobre todo hacia las mujeres, ocurren dentro de los hogares. Cuando uno mira los datos duros de violencia, el grueso de los femicidios ocurre en ese ámbito. La situación de no poder salir, de tener las redes cortadas, de la limitación de la circulación y demás, fue bastante complejo, porque además implicó el cierre de Centros Territoriales de Denuncia, implicó Tribunales de feria y toda la complejidad que conocemos”, recordó la secretaria.
La Secretaría de Género y Derechos Humanos se creó tres meses antes de que el gobierno nacional decretara el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. “Como teníamos servicios que ya existían los pudimos fortalecer. Hubiera sido muy difícil hacerlo con servicios que acabás de crear. Al Teléfono Verde, que ya existía, le sumamos un contacto de WhatsApp, el Contacto Violeta, que se transformó en un servicio que quedó instalado y que tiene hoy bastante apropiación”, remarcó Caminotti.
Los números confirman el éxito de esta política: los contactos y denuncia recibidos a través de este medio duplicaron a los que ingresaban por el Teléfono Verde. Hoy, después de la pandemia, esta forma de contacto sigue funcionando.
“La pandemia también nos permitió hacer otro tipo de innovaciones, como por ejemplo un acuerdo con los Tribunales Provinciales para poder solicitar por internet medidas de protección para para personas en situación de violencia de género, ya sea medidas de prohibición de acercamiento o de exclusión de hogar. Antes eso, una persona que tuviera que solicitar esas medidas sólo podía hacerlo concurriendo en persona, y eso incrementaba lo engorroso que es muchas veces para las víctimas tener que ir por distintas ventanillas del Estado haciendo diferentes cosas”, explicó la secretaria. “Hoy desde el Teléfono Verde se puede solicitar directamente esa medida de protección que luego le llega directamente por Whatsapp a la a la persona solicitante”, agregó.
Además, durante este período se fortalecieron los Centros de Protección de la ciudad. “En el momento de la pandemia Rosario contaba con dos de estos espacios”, detalló Caminotti. Se trata del centro Alicia Moreau, creado en 1994, y Casa Amiga, que funciona desde 2003. “Aprovechando que estaban cerrados los servicios de hotelería, pudimos contratar un hostel para incrementar la cantidad de plazas, porque tuvimos muchísima demanda”, dijo la secretaria, quien destacó que en el mismo período se consiguió fortalecer la gestión del seguimiento de la portabilidad de Botones de Alerta.
Ley Micaela
Además la de la atención, la prevención es una pata importantísima dentro de las funciones de la Secretaria de Género y Derechos Humanos.
“Una herramienta muy importante, y que no existía, es el Programa de Formación Obligatoria en Género, que viene a cumplir con la Ley Micaela en Rosario”, dijo Caminotti. Esta ley obliga a todas las personas que trabajan en los distintos niveles y poderes del Estado a capacitarse en materia de género. “El 8 de marzo del 2020 lanzamos este programa, que fue institucionalizado y que en tres años capacitó a casi 5 mil personas a través de un trabajo específico con las distintas Secretarías. El primer año se trabajó fuertemente con Control y Convivencia; con Movilidad; con Modernización y Cercanía; y con todo el personal de los Centros Municipales de Distrito. O sea, los lugares donde las personas acudían y que son la cara del Estado en el territorio”, explicó.
Además, Caminotti destacó otro programa llamado “Micaela para la sociedad civil”, que apunta a capacitar en género a instituciones que se acercan al municipio con esa demanda: se realizaron capacitaciones en vecinales, en clubes y en la Asociación Rosarina de Fútbol.
Masculinidades
En 2021, desde la Secretaría de Género y Derechos Humanos se creó el Programa Municipal de Masculinidades, que ofrece espacios y talleres para la reflexión en torno de las prácticas y vinculaciones sexoafectivas de los varones y la construcción de masculinidades libres de violencia.
“El Programa de Masculinidades está orientado a algo que estuvo muy en discusión en el movimiento feminista: si había que invertir dinero del Estado en varones, en materia de género. Yo estoy convencida de que sí, porque cuando hablamos de violencia de género o de desigualdades de género en un sentido más amplio, estamos hablando de vínculos y estamos hablando de un patrón relacional. Si no trabajamos con los varones para transformar las maneras de construir la masculinidad, de posicionarse frente a estos problemas, para poder reflexionar y poder ser actores de este proceso de cambio que nuestra sociedad está viviendo, estaríamos teniendo una política incompleta”, dijo Caminotti.
“Necesitamos alternativas que no sean exclusivamente punitivas frente a la violencia. El Programa de Masculinidades enmarcó un dispositivo que ya existía (el Dispositivo de atención a varones que ejercen violencia, creado en 2015). Lo fortalecimos ampliando el equipo de atención a través de un convenio con la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y hoy es un espacio con actividades de sensibilización.
“Este espacio de atención a varones sigue funcionando con una lógica parecida a la que tenía, recibiendo varones que tienen causas judiciales, pero también se amplió para poder recibir varones que vengan de los protocolos de violencia de la UNR, de los protocolos de violencia que tiene la Municipalidad de Rosario y también a personas que tengan denuncias en los Tribunales de Faltas por acoso callejero”, figura incorporada al nuevo Código de Convivencia de Rosario. penaliza el acoso callejero, lo considera una falta, destacó la funcionaria.