Según se estima, en no más de dos semanas llegará a Santa Fe el primer centenar de botones de pánico para víctimas de violencia de género. Los dispositivos, destinados a brindar una respuesta más rápida ante hechos de violencia doméstica o de género, se iban a distribuir el mes pasado, pero un tema administrativo generó una demora: se encuentran dentro de la licitación para otros elementos tecnológicos del sistema de emergencias 911. De igual modo el Ministerio de Desarrollo Social santafesino a cargo de la iniciativa avanzó en el protocolo de acción y afinó junto a jueces de Familia de Rosario y la capital provincial números de posibles personas a las que se les entregarán los equipos: la prioridad la tendrán quienes ya han radicado denuncias penales por abuso o agresión ante la Justicia santafesina. De igual modo la ministra de Desarrollo Social, Mónica Biffarello, aclaró a El Ciudadano que es un dispositivo de prevención y defensa, y no una solución a una situación que no debiera estar ocurriendo: “La idea es que sea una herramienta transitoria para la persona”, remarcó,
En Rosario el Instituto Municipal de la Mujer será el encargado de capacitar a las mujeres y hombres –aclararon que no es para un solo sexo– que reciban el dispositivo. Esta instancia de aprendizaje sería, siempre según estableció la ministra Bifarello, para evitar falsas alarmas.
A su vez, la funcionaria informó que están en plena actualización de la cantidad de casos judicializados o radicados en oficinas ligadas a las políticas de género por este tipo de hechos de violencia.
Bifarello adelantó que la primera compra de los botones de pánico arribaría a oficinas provinciales cerca del 20 de agosto. “Uno dice que está destinado en general para las mujeres pero obviamente podría ser para un hombre también”, comentó sobre la entrega que se daría de forma gradual tras que reciban los aparatos y pongan en marcha el software dentro del sistema de emergencias 911.
Fruto de algunas reuniones con jueces de Familia de Rosario y la capital provincial más representantes del Ministerio de Justicia santafesino, Bifarello señaló que se dará prioridad a aquellos casos que hayan sido denunciados en Tribunales. “Además de los judicializados hay casos que ingresan por los distintos equipos de políticas de género distribuidos en la provincia. Ellos realizan una tarea de seguimiento de los casos y con toda esa información evaluaremos a quién se le hará entrega”, apuntó la ministra de Desarrollo Social.
La idea del gobierno provincial es que el botón sea una herramienta de asistencia transitoria. “Le vamos a poner un tope de tiempo. Una persona no va a tener un botón toda la vida”, comentó Bifarello.
Entre las ventajas del dispositivo, la ministra recordó que ante una situación de violencia de género o familiar la víctima al presionar el botón emite una señal al 911. Esta estación, además de recibir una ubicación georefenreciada específica, puede captar el sonido ambiente a través del botón de pánico para evaluar la situación. En paralelo puede despachar un móvil policial al que se le puede informar del historial del caso que va a enfrentar. “Todo esto sin necesidad de hablar con la telefonista”, agregó la funcionaria municipal, quien con cautela advirtió que la entrega será gradual por dos motivos: para verificar la operatividad del dispositivo y, por otro lado, comprobar que sirva para atacar el flagelo de la violencia de género. “No sirve de nada innundar a la población con un botón. Son casos complicados que revisten agresiones riesgosas, reincidencia y muchos en donde no se respeta la prohibición de acercamiento orden de restricción)”, apuntó Bifarello.
Consultada sobre la cantidad de casos que podrían calificar para un botón de pánico, la funcionaria respondió que no existe un registro unificado: “Estamos cargando los datos en un sistema que ya existe pero debemos coordinar los distintos juzgados y oficinas que manejan estos casos”, concluyó Bifarello.