Los enfrentamientos entre manifestantes hostiles al poder militar y las fuerzas del orden se reanudaron hoy en El Cairo, al día siguiente de unos choques sangrientos que el primer ministro Gamal el Ganzuri tildó de «contrarrevolución». El balance de los enfrentamientos ante la sede del Gobierno, en el centro de El Cairo, subió a «ocho muertos y 299 heridos», indicó Adel Adaui, viceministro de Salud.
Las fuerzas del orden tomaron el control de las inmediaciones de la sede de Gobierno. Soldados y policías cerraron los accesos a la zona, desplegando alambradas a cientos de metros de la plaza Tahrir, epicentro de la movilización.
Pero tras varias horas de calma se produjeron enfrentamientos esporádicos por la mañana con grupos de manifestantes, que lanzaron piedras y cócteles molotov. Unos hombres vestidos de civil les lanzaban piedras y botellas incendiarias desde los tejados de los edificios vecinos. Además podían verse llamas saliendo de un edificio del ministerio de Transportes, situado en la zona, así como de otro edificio público.
Ganzuri indicó que 18 personas fueron heridas de bala, pero aseguró que ni la policía ni el ejército abrieron fuego. Acusó a «elementos infiltrados» que «no quieren el bien de Egipto», sin dar más precisiones. «Los que están en la plaza Tahrir no son los jóvenes de la revolución», afirmó, refiriéndose a la revuelta que acabó con el régimen de Hosni Mubarak en febrero. «No es una revolución, sino una contrarrevolución», dijo el primer ministro, en alusión a los enfrentamientos con las fuerzas del orden del viernes.
Los enfrentamientos comenzaron ayer, entre las fuerzas del orden y los manifestantes que desde finales de noviembre acampaban ante la sede del gobierno para protestar por la decisión del ejército de nombrar a un primer ministro que ya fue jefe de gobierno del presidente derrocado Hosni Mubarak. Los manifestantes piden también el final del poder militar instalado desde la dimisión de Mubarak, y critican en particular al jefe del ejército y jefe de Estado de hecho, el mariscal Husein Tantaui.