Un hombre de 31 años que tenía el pecho protegido con un chaleco antibalas y estaba armado con una pistola robada a un policía hace cinco años murió en la tarde de ayer, luego de agonizar casi 12 horas tras recibir tres disparos, uno de ellos en la cabeza. El hecho se produjo en la madrugada de ayer en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez y fue el corolario de una serie de episodios que implicaron balaceras y persecuciones entre dos grupos antagónicos durante poco menos de una semana. La víctima fue internada en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez donde falleció pasadas las 18.
Todo comenzó el miércoles pasado, cuando las calles de Villa Gobernador Gálvez fueron escenario de un tiroteo entre dos vehículos, lo que se extendió varias cuadras. Según pudo determinar la pesquisa, una de las personas que participó en este hecho era un joven identificado como Juan Pablo Colaso, quien se trasladaba en el Peugeot 307. Alrededor de la 1.30 del jueves, personal del Comando Radioeléctrico de esa ciudad se hizo presente en la vivienda de Bordabehere al 1400 donde uno de los moradores refirió que desconocidos habían baleado el frente de la vivienda.
En horas de la tarde de anteayer personal del Comando divisó en la intersección de las calles San Martín y Juan B. Justo un vehículo 307 aparentemente vinculado con la balacera del día anterior y pretendió identificarlo. El conductor del auto no acató la orden y dos móviles iniciaron una persecución que llegó hasta la zona sur de Rosario. Una de las patrullas quedó varada por el tránsito mientras que la otra continuó detrás del vehículo sospechoso que intentó detener al personal policial a los tiros.
Durante la persecución, ambos rodados tomaron avenida Circunvalación y al llegar a avenida Uriburu el conductor del móvil policial perdió el control y la patrulla volcó. Los dos uniformados que iban en el interior resultaron con traumatismos varios y fueron derivados a un sanatorio privado mientras que el Peugeot 307 huyó del lugar, refirieron fuentes policiales.
Cerca de las 4.30 de ayer Juan Pablo Colaso volvió a su casa en Bordabehere al 1400, ubicada a dos cuadras y media de la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez. Aparentemente lo venían siguiendo y al llegar a la puerta de la propiedad se produjo un nuevo tiroteo. Cuando personal del Comando Radioeléctrico llegó al lugar, se topó con el hombre tendido en el piso, a quien le brotaba sangre del cuero cabelludo.
La víctima había recibido tres disparos –dos de ellos en las piernas y uno en la cabeza con orificio de entrada y salida–, tenía colocado un chaleco antibalas y en la cintura portaba un arma calibre 9 milímetros con cargador completo que contaba con un pedido de secuestro desde el año 2007, cuando fue robada en jurisdicción de la seccional 18ª, sostuvieron voceros del caso.
Además, detrás de la reja de ingreso a la vivienda la Policía halló una escopeta de asalto marca Mossberg calibre 12.70 y una bolsa con cartuchos calibre 12. En la puerta de la casa estaba estacionado un Peugeot 307 color gris con las puertas y el baúl abiertos y varios impactos de arma de fuego, todos elementos secuestrados por la pesquisa. A su vez se recogieron aproximadamente veinte vainas servidas de diversos calibre entre los que se detallaron 45, 9 y 12 milímetros.
El hombre fue trasladado en el móvil policial y luego traspasado a una ambulancia que lo llevó al Hospital Gamen y desde allí al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde ingresó en la sala de terapia intensiva y falleció alrededor de las 18.
La víctima, que contaba con un antecedente por portación de arma que data de abril de 2012, estaba “bien vista” por sus vecinos aunque afirmaron que los últimos días las cosas se pusieron difíciles. “Era un buen vecino aunque en los últimos 10 días la situación se complicó. Acá no se metía con nadie, pero tenía bronca en otro lado y se trasladó acá”, refirió uno de ellos.
Por su parte un vocero de la pesquisa sostuvo que son varias las hipótesis que se manejan y ya hay identificados en el hecho, aunque prefirió no ampliar la información por resguardo al secreto de sumario, aunque adelantó que se realizarán nuevas medidas en la causa.
Mientras que otra fuente relacionada con el hecho refirió que el conflicto vendría por un choque entre bandas, y que aparentemente la víctima estaba vinculada con una familia de la zona que tiene emprendimientos comerciales y se encuentra vinculada a un sector de la barra brava de Newell’s, en cuyo seno se produjo a comienzos de esta semana una ruptura, que fue el origen del enfrentamiento. “Parece que la víctima sabía que lo buscaban y se preparó para el encuentro, por eso el chaleco antibalas, las armas y el constante movimiento”, comentó un portavoz.