Un albañil, de 50 años, fue condenado a 13 años de prisión por abusar por más de una década una de sus hijastras. A pesar que las dos denunciaron y contaron que una fue sometida por 15 años y la otra por 13 años, contó la Fiscalía en juicio donde pidió 17 años de prisión. El tribunal, a cargo de los jueces Ismael Manfrín, Rodolfo Zvala y José Luis Suárez, le dictó la pena al considerarlo autor de los delitos de abuso sexual agravado por haberse cometido contra una menor de 18 años aprovechando la convivencia preexistente en reiteradas oportunidades respecto a una de las víctimas.
Según la acusación a cargo de la fiscal Cecilia Brindisi, una de sus hijastras tenía 13 años cuando comenzó a sufrir los ataques sexuales por parte de su padrastro en la casa familiar. Los abusos fueron teniendo mayor intensidad con el correr del tiempo. El padrastro le decía a la niña que estaba bien lo que hacía, que no le contara asu madre, que “era un secreto entre ellos”, luego siguieron las amenazas de muerte. Las violaciones se produjeron de manera ininterrumpida hasta que la víctima tuvo 28 años, remarcó la acusación.
La misma metodología utilizó con su hermana, los abusos comenzaron cuando tenía 8 años hasta los 21 años. Además de los ultrajes había manipulación y violencia. La víctima pudo poner en palabras lo que estaba sufriendo en 2018 cuando se enteró que su hermana también era agredida sexualmente por su padrastro. La chica contó en el juicio que perdió todo contacto y relación con su hermana tras conocerse las agresiones sexuales.
La denuncia
A lo largo del debate transcendió que el acusado fue denunciado por un herrero del pueblo donde habitaba la familia, cercano a Rosario, por intento de secuestro.
En esas circunstancias, la mayor de las víctimas fue citada a declarar y en ese momento contó que era víctima de abusos sexuales por parte de su padrastro.
En diciembre de 2017, la madre de la víctima hizo la denuncia. Esta información generó una reacción en la otra víctima al enterarse que ambas eran sometidas sexualmente por la pareja de su madre que además se dedicaba a hacer brujerías.
Paulino M. llegó a juicio tras cumplir la prisión preventiva en forma domiciliaria. La fiscal Brindisi pidió 17 años de prisión para el acusado pero sólo fue condenado por el ataque sexual a la menor de las jóvenes. Respecto a la otra víctima fue absuelto por el beneficio de la duda. Lo sentenciaron a purgar 13 años de prisión y se dispuso su inmediata detención.