El cierre del concurso de ideas para la intervención urbana en el predio de30 hectáreasque ocupaba el ex Batallón 121 del Ejército, en la zona sur, fue prorrogado hasta el 11 de octubre próximo y sigue generando controversias: en el pliego se estipula que, aparte de la recuperación y refuncionalización de las antiguas edificaciones militares, algunas de ellas históricas, se podrán ocupar, como máximo, otras cinco hectáreas efectivas de suelo para el desarrollo de viviendas de entre una y tres plantas, que la provincia piensa destinadas a sectores medios. Sin embargo, un grupo de vecinos de la zona, organizados bajo la denominada Agrupación Verde Once, insiste con la negativa a ese ítem, y bajo el argumento de que la zona no admite la mínima pérdida de los espacios libres existentes se niega a que se levante una sola casa más en los terrenos ubicados entre las calles Lamadrid, pasaje Ibáñez, Buenos Aires y Ayacucho.
En los pliegos del llamado a concurso, que es de carácter nacional y no vinculante (la provincia no tiene obligación de seguir los lineamientos del proyecto que resulte ganador) se estipula que la superficie máxima destinada “al desarrollo del hábitat en un contexto de gestión mixta público-privada” es de13 hectáreas, pero esto incluye las calles y veredas y, además, está acotado por un factor de ocupación de suelo del 50 por ciento, por lo que la cifra efectiva se reduce considerablemente. Desde el Colegio de Arquitectos de Rosario, organizador del concurso promovido por el Ejecutivo santafesino, José Dotta explicó que esto se traduce en un tope real de cinco hectáreas máximas destinadas a nuevas construcciones. La idea de la gestión provincial es que se trate de no más de una decena de unidades habitacionales de hasta tres plantas (la altura máxima admitida es de25 metros) destinadas a sectores socioeconómicos medios. Un cálculo estimativo podría dar un total de mil viviendas, aunque esto dependerá de lo que finalmente ofrezcan los proyectistas en sus diseños. El pliego es claro en el eje que propone para la intervención del predio: los usos públicos y su integración al tejido urbano circundante, para lo cual impone el trazado y apertura de la avenida Bermúdez con un ancho de25 metros(desde Esteban de Luca hasta pasaje Ibáñez) y de calle Andrade, con14 metrosde ancho, desde Las Heras hasta Ayacucho.
Flavio Patrizi, de la autodenominada Agrupación Verde Once, se mantiene firme en el rechazo a los lineamientos del concurso, que de todas formas no culmina en una obligación para el gobierno provincial, puesto que puede combinar algunas de las tres propuestas ganadoras, tomar una de ellas o rechazarlas a todas. El vecino sostiene que su postura y las de los demás integrantes del grupo no es contra la posible construcción de viviendas sociales, que de todos modos no está en la cabeza de la provincia, sino lisa y llanamente contra el agregado de unidades habitacionales. Y no por sí mismas, agrega, sino porque implican ocupar parte de los espacios “verdes” existentes. Patrizi recuerda, en apoyo de su aclaración, que también se opusieron al proyecto de levantar un hospital de alta complejidad en el mismo predio, una idea que finalmente fue desestimada. En cambio, explica que están a favor de recuperar las antiguas instalaciones del ex Batallón 121 para usos primordialmente educativos. Lo que dejó la otrora mayor unidad militar de la región es una variedad de edificaciones entre las que se cuentan el histórico casino de oficiales, alojamientos de tropas, cocinas y comedores, una cancha de pelota paleta, un gimnasio, una pileta y depósitos varios.
El arquitecto Dotta defiende la iniciativa por su carácter participativo, ya que es abierta a cualquier profesional interesado en el diseño del proyecto, y es de cobertura nacional. El integrante del Colegio de Arquitectos confió además en que habrá un satisfactorio aporte de ideas para el cierre del 11 de octubre próximo, fecha a la que se estiró el plazo original que vencía el 26 de este mes.
El 9 de abril pasado el gobierno provincial, encabezado por el gobernador Hermes Binner, tomó posesión formal del predio que ocupara el ex Batallón de Comunicaciones, concretando una compra al Ejército anunciada en 2006, durante el último año de la gestión de Jorge Obeid. A partir de allí, se lanzó el concurso público de ideas promovido por el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda. La iniciativa prevé otorgar tres premios a los autores que resulten elegidos por un selecto jurado de profesionales. El primero será de 180 mil pesos, el segundo de 50 mil y el restante de 20 mil. La provincia pasará a ser propietaria de esos proyectos, pero no está obligada a ejecutar al pie de la letra ninguno de ellos.
Las directivas de los pliegos establecen que el destino de los edificios a preservar y refuncionalizar será de carácter público y para uso educativo, cultural, deportivo, residencial temporario, de salud y producción.
En este sentido, para el área educativa-cultural prevé escuelas de nivel primario, secundario, técnico, jardín de infantes, y edificio para manifestaciones culturales. En la deportiva incluye cancha para la práctica de deportes al aire libre, pileta de natación, gimnasio cubierto y un espacio para la equinoterapia.
Sobre el área de producción, indica que está dirigida a empresas que promuevan la investigación y preservación del medio ambiente. Para la conflictiva sección residencial, señala que apunta a alojamiento residencial temporario. Además, ordena que se diseñe la vinculación funcional con el Centro Municipal de Distrito vecino, y con la futura Biblioteca del Bicentenario.