La ministra de Salud, Carla Vizzotti, dijo este martes que aún no se sabe cuándo bajará la curva de contagios de coronavirus producida por la variante Ómicron, pero se manifestó confiada en que «en marzo próximo habrá más tranquilidad» en cuanto a la cantidad de casos.
«Aún no se sabemos cuando va a bajar la curva de contagios producida por la variante Ómicron, dijo la funcionaria, aunque estimó que «tendremos más tranquilidad para marzo».
En declaraciones a FutuRock, Vizzotti añadió: «Estamos sobrellevando una ola que ha llegado a los 150 mil casos con un número inferior de muertes. Esperamos que el descenso sea más rápido y tengamos otra situación epidemiológica”.
La ministra de Salud destacó además que «las coberturas de vacunación que tenemos son muy alentadoras», ya que «el 90% de los mayores de 3 años empezó el esquema y 78% lo completó».
Sobre la 150º sesión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que participó ayer, consideró que «las grandes potencias manifestaron la necesidad de la distribución equitativa» de las vacunas, aunque recordó que «primero se abastecieron con más vacunas que su propia población”.
En su alocución en Ginebra, Vizzotti advirtió que «hasta que no accedan todos los países a la vacuna no daremos vuelta la página» de la pandemia de coronavirus y recordó que «no es la primera vez que hay inequidad en la distribución» de vacunas y tratamientos.
«Las grandes potencias acapararon la producción del 80% de las vacunas. Recién cuando tenían sobrante y estaban cerca del vencimiento empezaron a donar», criticó la funcionaria.
Asimismo, la titular de la cartera sanitaria nacional recordó que las vacunas Sputnik y Cansino que se aplican en nuestro país están en proceso de aprobación por parte de la OMS, y que para que esos fármacos «ingresen en la lista de emergencias se tienen que presentar documentos e información, algo que les lleva más tiempo a Rusia y China porque tienen circuitos diferentes».
Con respecto a la distribución de vacunas en Argentina, afirmó que están «regulando la llegada de nuevas dosis para jugar con el stock y la fecha de vencimiento» para poder tener «las vacunas disponibles con suficiente vida útil para distribuir en las provincias”.