Volver a Boedo, documental de Sergio Criscolo que desde el jueves último se puede ver en los complejos de cine locales, relata desde una visión personal la lucha de un grupo de simpatizantes del club San Lorenzo por recuperar su lugar histórico, el predio de avenida La Plata al 1700, del porteño barrio de Boedo, que le fue expropiado durante la última dictadura cívico-militar.
“La película relata un hecho social, una manifestación popular para lograr un objetivo común, el contexto es Boedo. No es un película sobre fútbol, es un documental sobre la pasión”, apuntó el periodista y cineasta Sergio Criscolo, hincha de la institución.
“Boedo no se entiende sin San Lorenzo y San Lorenzo no se entiende sin Boedo”, dijo el director, sintetizando el espíritu de una película que indaga en el lazo afectivo que une al club con el barrio y apela a la palabra de personajes que declaran su amor por la camiseta azul y roja y por Boedo.
En la película aparecen los propios padres del cineasta-narrador, jubilados de 87 y 86 años, un hincha ciego, Walter Lo Votrico, los cantores de tango Osvaldo Peredo y Cucuza Castiello, el poeta Fabián Casas y Adolfo Res, impulsor de la recuperación del predio de Boedo y creador de la Ley de Restitución histórica sancionada por unanimidad en la Legislatura porteña.
Volver a Boedo cuenta la historia del club, de la recuperación por parte de San Lorenzo de los terrenos en los que alguna vez estuvo su estadio, el Gasómetro, que en 1979 fue arrebatado por negocios inmobiliarios, lo que desató movilizaciones populares y a la vez generó un gran impulso cultural y social en el barrio.
San Lorenzo pasó más de una década jugando de local en distintas canchas, hasta que en diciembre de 1993 volvió a tener un estadio propio en el Bajo Flores.
Sin embargo, los hinchas del Ciclón lucharon para volver a su barrio. Miles de personas compraron metros cuadrados para luego cederlos al club sin retribución alguna y así se juntaron 7 millones de dólares.
Todo nació del sueño romántico de cuatro personas que hace 20 años se propusieron que el Gasómetro regresara al lugar en el que estuvo situado entre 1916 y 1979.
Así lograron que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobara por unanimidad la expropiación de las tierras a Carrefour, el supermercado de origen francés.
“Me interesó contar el movimiento social en pos de un objetivo común, y cómo gente de distintas ideologías y estratos sociales logró enfrentar a un gigante como Carrefour, lo que no es menor porque son empresas muy poderosas”, expresó el director del documental que puede verse en los complejos locales de las cadenas Showcase y Village.
“Para entender por qué la gente quería volver a Boedo tenía que explicar qué es Boedo, hoy polo de teatro off, identificado desde sus inicios con la bohemia, la literatura y el tango”, continuó el director. Y completó: “Por el Gasómetro pasaron muchas cosas, era un centro social y cultural. Para poder entender que no era la locura de cuatro fanáticos, intenté transmitir el sentido de pertenencia al barrio”.