Finalmente se dio el mejor de los finales y Cayetana –la niña nacida de un vientre alquilado en la India– podrá viajar a España donde vivirá junto a sus padres, la abogada nacida en San Lorenzo, Elsa Saint Girons, y su papá madrileño Juan. Luego de casi tres meses de angustia, incertidumbre y pelea para que se le otorgara una nacionalidad a la bebé, la acción de un juez argentino logró destrabar una situación que por momentos se tornó desesperante. La mujer, su marido y su hija se subirán hoy a un avión que los llevará –vía Helsinki– hasta la península ibérica, dejando atrás una historia inolvidable en una tierra extraña y lejana, pero que quedará grabada a fuego para siempre en ellos. Sin dudarlo, Elsa contó a El Ciudadano que si no conseguían la nacionalidad de la pequeña su decisión era irse a vivir a la India. También recordó la innumerable cantidad de veces que se sumergió en las milenarias calles de Nueva Delhi para llorar a solas cuando todo parecía derrumbarse a su alrededor. Y aseguró que volverá a ese país para buscar un hermanito para la niña porque ya considera a esa tierra, que le dio sus momentos más oscuros así como sus alegrías más grandes, como una patria más.
—¿Puede decirse que todo terminó de la mejor manera posible?
—Sí, gracias a Dios. Acá estamos, preparando las maletas. Ya nos volvemos. Esto se lo debo a Dios, por supuesto, y a todos los que nos han ayudado.
—¿Se vuelven a España?
—Sí, mañana (hoy) a las 10 hora local nos tomamos un avión vía Helsinki y llegaremos a Madrid más o menos a las 20.25, hora de España.
—No es difícil imaginar que todo lo que vivieron en este tiempo fue algo muy fuerte.
—Terrible. Son incontadas las cantidades de veces que hemos llorado.
—¿Tienen planes de venir para la Argentina?
—Nosotros teníamos un presupuesto más o menos acomodado para venir hasta acá. El tema es que nuestro viaje se extendió casi un mes y medio más. No podemos ir, pero claro que quisiéramos hacerlo. Quiero ver a un montón de gente, abrazarlos y sobre todo llevarles a Cayetana, pero yo tengo que reintegrarme al trabajo y Juan es autónomo, así que si no trabaja no cobra. Por eso, por ahora es imposible. Sacamos cuentas para irnos desde acá pero no podemos. Ya nos gastamos todos los ahorros y más también.
—¿Siempre imaginó un buen final como este o en algún momento vio que las cosas estaban demasiado difíciles?
—Hubo momentos en que lloraba sin que me viesen ni Juan ni la nena. Le decía que me iba al mercado y lloraba todo el camino. En todo caso, si todo no salía tal cual esperábamos, pensaba que podía vivir acá, pensaba qué podía hacer para quedarme. Jamás hubiéramos dejado a nuestra hija. Me habría quedado sin dudarlo si no podía llevarme a la nena y sé que Juan me hubiese apoyado totalmente. Igual, hubo momentos en que la pasamos muy mal.
—¿Pudo comunicarse con el juez que destrabó todo?
—Sí, creo que fue el miércoles pasado que lo llamé y le agradecí. Luego en el programa de María Belén Aramburu lo sacaron al aire y pude decirle todo lo que sentía y agradecerle todo.
—Debe haber sido muy importante el apoyo de toda la gente…
—Nuestra fe, nuestra hija y el apoyo de todos era lo que nos sostenía.
—¿Cómo fue el trato con la embajada argentina allá en la India?
—Justamente hoy (ayer) me emocioné muchísimo. Fuimos a la embajada argentina y nos estaba esperando el embajador que estaba operado y durante todo este tiempo no había podido ir nunca a la embajada. Quería conocernos y decirnos que ellos hicieron todo lo que pudieron. Quiero agradecer infinitamente a la embajada. Cuando nos íbamos todos nos abrazaban y saludaban a la niña. Luego fuimos a la clínica del doctor Anoop Gupta, que es el médico que hizo el tratamiento, y todos se pusieron a llorar porque nos íbamos. Quiero agradecerles a ellos también.
—¿Tiene pensado volver a la India en algún momento?
—Claro que vamos a volver. Vamos a volver para buscar un hermanito para la nena y porque la India es un país que ya considero mío. Además, porque mi hija siempre va a saber que nació acá.
