El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, el encargado de definir la votación de la legalización del aborto en caso de empate, llevó este miércoles a su escritorio una cruz y una medalla de la virgen.
Las fotos del escritorio de Monzó tomadas al inicio de la sesión mostraban esos dos símbolos de la religión católica que, en el marco del debate sobre la legalización del aborto, adquirieron otro valor.
La Iglesia católica mantiene su postura histórica en contra del aborto legal y se ha expresado a través de diversos canales en contra del proyecto que propone la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14.
No obstante, Monzó evitó durante todo este tiempo hacer pública su opinión sobre el proyecto de ley, dado que si la votación termina en empate (un escenario que no era imposible debido a la fuerte paridad entre ambas posturas) debería definir si la iniciativa es rechazada o pasa al Senado.
Fuentes parlamentarias indicaron a NA que el presidente de la Cámara tiende a respaldar el proyecto a pesar de profesar la fe católica, por entender que el reclamo de aborto legal, seguro y gratuito creció en la sociedad, sobre todo entre los más jóvenes.
De todos modos, el ex intendente de Carlos Tejedor no revelerá su postura a menos que tenga que votar.