Los restos de las 22 víctimas del accidente aéreo que se produjo el miércoles pasado a la noche en Río Negro ingresaron ayer a la sede de la Morgue Judicial porteña para su reconocimiento, mientras continúan los peritajes en el lugar del siniestro y los familiares son contenidos por personal especializado. Las autoridades advirtieron que “uno de los momentos más traumáticos” para los familiares será el reconocimiento, por lo que pidieron respeto a los medios de prensa.
Los restos mortales fueron trasladados a Buenos Aires en un avión Hércules C130 de la Fuerza Aérea (FAA), que partió a las 6 de San Carlos de Bariloche y llegó a la Base Aérea de El Palomar poco antes de las 9, para dirigirse en cuatro vehículos de transporte forense a la morgue.
El secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, quien estuvo presente en la Base Aérea de Palomar para recibir los restos de las víctimas, señaló que en esta situación “el Estado está presente” e informó que “hay un equipo del Ministerio de Salud a disposición de los familiares”.
El otro aspecto central es la investigación que “está en marcha”, dijo el funcionario, quien precisó que comenzó a la media hora de producido el accidente y que la información la dará el juez federal de Bariloche, Leónidas Moldes.
“Se ordenó secuestrar toda la documentación que ilustra las condiciones y las circunstancias” del siniestro, dijo el juez a la prensa y agregó que en esa recopilación de información se incluyen “los antecedentes del avión y del vuelo”.
El juez explicó “que en el lugar del accidente hay un vallado para que no se altere” nada y para evitar que haya una intromisión de alguien ajeno a la instrucción.
Moldes destacó la intervención de la Junta de Investigaciones de Accidentes que se constituyó en el lugar con personal y comenzó a recolectar toda la evidencia.
A su vez, equipos de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud trabajaron en la contención psicológica de los familiares, mientras el viceministro de Salud, Eduardo Bustos Villar, pidió a la prensa “respetar el dolor de los familiares, permitirles elegir si quieren dar declaraciones o no”.
Bustos Villar señaló que “uno de los momentos más traumáticos es el reconocimiento de los restos, por lo cual pedimos especial respeto por el resguardo a la intimidad y tratar de no vulnerar en forma alguna el derecho de las personas que están atravesando esta situación de extremo dolor”.
Desde Río Negro, el gobernador Miguel Saiz destacó el intenso trabajo del personal que se desempeñó desde la noche del miércoles en el paraje Prahuaniyeu, el lugar preciso donde cayó el avión, y la localidad de Los Menucos, a 35 kilómetros del accidente.
“Se debe poner de relieve la labor de personal policial, médicos, enfermeros, bomberos voluntarios, efectivos de defensa civil y pobladores de la zona que participaron en los distintos operativos”, sostuvo el mandatario provincial.
Saiz también agradeció “a los pobladores de la zona que en forma solidaria, respetuosa y desinteresada prestaron su colaboración en todo lo concerniente a la ubicación del lugar donde ocurrió el siniestro”.
En este marco, Mabel Yahuar, intendenta de los Menucos, indicó que los vecinos “están muy impactados por el accidente” y destacó que “se siguen llevando adelante las pericias y las investigaciones”.