Belén Villaruel era única hija y trabajaba en una estación de servicios sobre la Ruta 21, en el cruce con la AO12. En febrero de 2013 volvía a su casa en moto cuando fue atropellada por un Fiat Fiorino que se cruzó de carril. Murió al instante. El conductor había perdido la visión de un ojo, y aquella noche consumió alcohol. Después de 6 años, lo condenaron a 3 de cárcel, pero a los 4 meses ya contaba con salidas laborales. Ahora la Cámara Penal le dio la libertad condicional.
La noche del 9 de febrero de 2013 Belén circulaba con su moto por la Ruta 21 rumbo a su casa. A la altura del kilómetro 11, la Fiorino conducida por Baltazar Gastón Ignacio Nucci intentó pasar a un camión, se cruzó de mano e impactó contra la moto conducida por Belén.
El chofer de la Fiorino era vecino de Belén. Vivían el General Lagos. El siniestro generó una «pueblada» en esa localidad luego de que se conociera cómo fue el siniestro y que el conductor estaba alcoholizado.
En 2016 el caso tuvo su primera condena. El juez Juan José Alarcón lo sentenció a 4 años y 9 meses de cárcel, pero la Cámara bajó la pena a 3 años de prisión efectiva y 10 de inhabilitación para conducir. Nucci fue detenido tras quedar firme la decisión en junio de 2018. Y comenzó a cumplir la pena en una comisaría. Pero su defensor pidió un arresto domiciliario y salidas laborales. Esto último lo logró en la Cámara Penal.
En octubre pasado el camarista Javier Beltramone, tras criticar la extensión del proceso, le otorgó salidas laborales con detención nocturna. A ello le siguió un pedido de libertad condicional, ya que cumplió 8 meses de encierro. Pero la jueza Luciana Prunotto no hizo lugar. Si bien «objetivamente» corresponde el beneficio, la magistrada valoró «la cuestión psicológica y la falta de internalización de la conducta que terminó con la muerte de Belén».
Pero el defensor Ignacio Carbone apeló la decisión. El camarista Beltramone aceptó el planteo y otorgó la libertad condicional a Nucci con ciertas reglas de conducta.
Así, el hombre volverá a vivir a General Lagos. Sólo tiene prohibido acercarse a la familia de la víctima «por cualquier medio, incluso el electrónico».