Vuelve el básquet de la Liga. Esa que tanto lucharon por tener los entrenadores, esa que tanto defendieron en la cancha los jugadores, esa que tanto disfrutan los hinchas y se esfuerzan por mantener los dirigentes de los diferentes rincones del país. Con errores y aciertos, con temporadas brillantes y otras preocupantes, la Liga Nacional es la cuna de la generación dorada, la meta de los chicos que arrancan a picar la pelota en todo el país. Y hay que cuidarla y defenderla, aún en los tiempos más aciagos.
Fueron largos meses de espera, de sufrimiento, de cancelaciones, de angustias deportivas y penurias económicas que obligaron a la partida de jugadores importantes, a la aparición de nuevos valores y a la desesperación y el pedido unánime al gobierno nacional para poder jugar, para que se pueda inflar la burbuja, usar la tan mentada palabra protocolo y que todos salgan a la cancha.
La autorización llegó, apenas horas después del fallecimiento del entrenador Osvaldo Arduh víctima del maldito Covid 19 que llegó para amargar la existencia y complicar la vida de todos y cada uno. Y aunque se notó el dolor en la piel, nadie dudó en jugar. Es que la desesperación por poder desarrollar la actividad y que la rueda vuelva a girar es tan grande que generó una especie de todo pasa y de todo sigue. El viejo y a veces querido leitmotiv de que el show debe continuar a como dé lugar. Aunque se sufra, eso está claro.
Y quizás por ahí también deba entenderse que se esté planeando la Liga y la burbuja a las apuradas y en el medio de un conflicto con los árbitros agrupados en Sarcoteba que se terminó destrabando luego de una especie de minuto a minuto y de versiones encontradas en la que la dirigencia respondió rápida de manos y de celulares con los jueces del ex Sadra de Rosario y Cañada encabezados por Miguel Celi para ocupar el lugar de los disconformes.
Si bien hace rato se sabía la fecha de inicio, los grupos y estadios, la confirmación oficial recién llegó en la trasnoche del lunes con la firma en el Boletín Oficial del jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, y el ministro de Salud, Ginés González García.
Entonces se pudo contar pero de forma oficial que el formato de la competencia será en dos conferencias. La sede de la Norte será el estadio Héctor Etchart de Ferro con Atenas de Córdoba, Comunicaciones de Mercedes, Instituto de Córdoba, La Unión de Formosa, Libertad de Sunchales, Oberá, Olímpico de La Banda, Quimsa de Santiago del Estero, Regatas y San Martín Corrientes.
La sede de la Sur será en Obras Sanitarias con Argentino de Junín, Boca, Ferro, Gimnasia de Comodoro Rivadavia, Hispano Americano de Río Gallegos, Obras, Peñarol de Mar del Plata, Platense, San Lorenzo y Weber Bahía.
Serán 18 partidos por equipo en 38 días de juego y luego los dos mejores de cada conferencia pasarán al cuadrangular final. Ese final de fase está pactado para el 20 de diciembre.
Los equipos de cada grupo están instalados en un mismo hotel, con el fin de mantener los riesgos de contagios muy bajos.
El programa del Norte tiene para este miércoles a San Martín vs. Regatas desde las 11, mientras que a las 14.30 chocarán Libertad con Oberá y a las 16.45 Comunicaciones ante Olímpico. Luego, a las 19 se medirán Quimsa frente a La Unión y a las 21.30 cerrarán Instituto y Atenas por TyC Sports. El resto se verá por streaming en el sitio oficial. El jueves se jugará la segunda fecha del Norte y el viernes será el turno para el debut del Sur.
Los rosarinos y su presencia en la burbuja
El interno Marco Luchi fue liberado de Norte de Armstrong para que se pueda incorporar a Olímpico de La Banda, donde será dirigido por Leo Gutiérrez. Luchi, formado en Echesortu, tenía todo acordado con Norte para jugar la Liga Argentina, pero ante esta oportunidad recibió el visto bueno del elenco santafesino.
Por su parte, tras frustrarse su paso por Colombia, el base Rodrigo Gallegos se sumó a Hispano Americano de Río Gallegos, que ya contaba en sus filas con el ex Sportivo América Thomas Cooper. Gallegos, oriundo de Arroyo Seco, tendrá una nueva chance en el básquet grande de Argentina luego de su paso por Olímpico.
Además, Guido Mariani es la nueva cara de Peñarol de Mar del Plata, elenco que ya contaba con Lucas Gorosterrazú, el chico formado en Libertad, y quizás sea de la partida otro pibe con futuro, Ignacio Bednarek. Para Mariani será una muy buena oportunidad tras la breve experiencia en Abejas de León de México.
Otro que se sumó a las filas de su equipo fue el escolta Joaquín Ríos, quien por fin inició las prácticas con Atenas de Córdoba y se prepara para su debut en la A tras la muy buena temporada con Gimnasia La Plata en la Liga Argentina.
Ellos se suman a Adrián Boccia, pieza clave de Boca Juniors, y al entrenador Leo Hiriart y al alero Rodrigo Sánchez, quienes integran el elenco de Oberá que debutará en la categoría.
Otro elenco con dos representantes será Regatas Corrientes con Marco Giordano y Omar Cantón, mientras que Bahía Basket tiene a los jóvenes Bautista Lugarini y Facundo Tolosa.
También estarán los pibes Mateo Pérez y Julián Eydallín en Libertad de Sunchales, mientras que Matías Bernardini defenderá la camiseta de Platense.
También habrá representación en el trabajo de conducción y elección, ya que Pablo D’Angelo es el mánager de San Lorenzo y Diego Lo Grippo el de Quimsa de Santiago del Estero.
Fin del conflicto arbitral
A 15 horas del arranque del primer partido de las burbujas de la Liga Nacional, luego de casi 8 meses de inactividad, se resolvió el tema de los árbitros. Tras 4 días intensos, y algunos momentos calientes, el martes por la tarde hubo acuerdo y los jueces de la LNB volverán a la actividad, pero desde el viernes 6.
Los primeros dos días de partidos, ambos correspondientes a la burbuja de la zona Norte, que empiezan este miércoles, se jugarán con árbitros del ex SADRA, ahora Cooperativa de Trabajo de Árbitros Deportivos Limitada, que viajaron desde Rosario y Cañada de Gómez, más los que estaban en la Ciudad de Buenos Aires y suman 20 árbitros.
El conflicto había empezado a destrabarse anoche, cuando la AdC le ofreció a los pitos un bono como compensación por esos meses sin trabajo que habrá en enero y febrero, pero por fuera del convenio. Los árbitros de Sarcoteba lo aceptaron pero si los ex SADRA no pitaban ningún partido.
Empezó entonces una nueva negociación, que terminó resolviéndose con ambas partes cediendo un poco. Los ex SADRA pitarán, pero sólo los dos primeros días (miércoles y jueves), y luego lo harán los habituales de la Liga Nacional. Y, ya con la actividad retomada, seguirán discutiendo los puntos del convenio que generaron este problema.
