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Vuelven a debatir cómo acoplar a Rosario con la tarjeta Sube

Es la condición para mantener subsidios nacionales al transporte local. En la reunión de Lifschitz con el ministro Dietrich se punteó el tema.

Aunque en su mayor parte se trató de un punteo de temas entre dos gobiernos que comparten la característica de ser flamantes, en la reunión que mantuvieron anteayer en Buenos Aires el gobernador Miguel Lifschitz y el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, el mantenimiento de los subsidios para el transporte de pasajeros de Rosario y la región fue una de las aristas clave. En ese marco, el funcionario nacional comprometió el mantenimiento del esquema y, en contrapartida, el jefe de la Casa Gris a la implementación de la tarjeta Sube. En ese marco Rosario deberá sumarse al Sistema Único de Boleto Electrónico implementado por la Nación para conservar la asistencia. Lo que no está definido es cómo se implementará el sistema, si se compatibilizará la tarjeta sin contacto –ahora tarjeta Movi– con el plástico del gobierno nacional –como ya se venía trabajando a nivel “técnico”– o si será desplazada por aquella. La forma que se determine en el nuevo acuerdo será clave para los usuarios locales, ya que Rosario fue el primer distrito en incorporar el sistema en su versión “Desfire” y ya se puede usar, además de cancelar pasajes de ómnibus, para abonar ingresos a emplazamientos municipales –Granja de la Infancia–, pagar el estacionamiento medido, para el programa de bicicletas públicas y, según se proyecta a mediano plazo para abonar en taxis.

La Sube comenzó a implementarse en 2009 en el Amba, y el año pasado se inició la expansión hacia las capitales de provincia y ciudades de más de 200 mil habitantes.

Según se viene implementando, la adhesión al sistema Sube es voluntaria, pero el distrito que no lo haga dejará de percibir el subsidio que la Nación garantiza a los sistemas de transportes locales. Para Rosario se trata de un importante volumen de dinero con el que se mantiene la actual tarifa del transporte urbano: los subsidios –incluidos los que aplican a nivel local– representan un 40 por ciento de la tarifa.

En ese marco, la secretaria de Transporte y Movilidad, Mónica Álvarado, explicó a El Ciudadano que ya hace un año iniciaron el proceso de homologación de la tarjeta sin contacto con el gobierno anterior, proceso que ahora espera que continúe de igual modo con el actual. “Venimos trabajando con Nación en la homologación de la tarjeta Movi para poder seguir cobrando los subsidios. Ya presentamos la documentación de nuestro sistema de tarjeta, la información del recorrido, los módulos de seguridad, es decir, todo lo técnico correspondiente a la tarjeta. Ya tenemos el dictamen técnico, ahora quedó en Asuntos Jurídicos a la espera de una resolución de nuestro sistema”, detalló la funcionaria.

Alvarado, especificó que la que la anterior tarjeta sin contacto y la nueva Movi no tienen mayor diferencia que su presentación: “Tienen los mismos usos, lo único que cambia es el diseño externo”, dijo. Y aclaró que ambas pueden homologarse a la Sube. De hecho, la Movi es una versión más segura y rápida –Mifare Desfire, 2002– de las llamadas “tarjetas inteligentes” que la Sube –Mifare Classic, 1994–.

A nivel local la tarjeta sin contacto se incorporó como modo de pago en el transporte urbano de pasajeros a fines de 2011 y se vendieron más de 1.300.000 plásticos. En 2015 se ampliaron las funcionalidades de la tarjeta para el pago del sistema de bicicletas públicas “Mi Bici tu Bici”, el estacionamiento medido y se reavivó el debate para realizar una prueba piloto para el sistema de servicio de taxis. La utilidad multimodal motivó a que la TSC adquiera una imagen integral, pasando a llamarse  Movi.

Pero no es la única: Rosario Bus implementó su “Tarjetita”, un sistema propio para sus servicios interurbanos –en esas unidades ya se están emplazando lectoras de la Sube– y otro tanto se hizo en las líneas Las Rosas, Monticas, Tata, Serodino y Andino, que tienen un plástico propio para los suyos. La modalidad, que ya parecía asomar como un exceso de plásticos, sería cortada de plano con la implementación de la Sube.

En la provincia, la ciudad de Santa Fe dispone desde octubre pasado la tarjeta Sube para algunas de las líneas del transporte público con recorrido interurbano y la conexión con Paraná, Entre Ríos.

Con todo, la idea de la tarjeta Sube es que el sistema se implemente en todo el país para que el Estado nacional cuente con mejor información sobre la movilidad de los usuarios, cantidad de pasajeros transportados y distancias recorridas, “lo que permite fortalecer las tareas de planificación, de control de la calidad de los servicios y de fiscalización del sistema de transporte”, según destaca el sitio en internet del Ministerio de Transporte nacional.

En ese marco, en el mediano plazo cualquier usuario Rosarino podrá subir y abonar con su tarjeta en colectivos, trenes y subtes porteños, y el transporte de pasajeros de cualquier otro lugar donde se haya implementado la Sube. A la inversa, todo turista podrá hacer lo mismo con la Sube en Rosario. Lo que resta definir es cómo.

Lugares donde ya opera

Hasta el momento, la tarjeta Sube está ya implementada en el área metropolitana de Buenos Aires (Amba), Pinamar, Villa Gesell, General Pueyrredón (Mar del Plata y Batán); Río Grande y Ushuaia de la provincia de Tierra del Fuego; en Puerto Madryn, Chubut; en Bariloche, Río Negro; en el Transporte subfluvial que conecta Santa Fe con Paraná y en el Tren del Valle, que une la capital de Neuquén con Cipolletti, Río Negro. Además, dentro del esquema ya está  Apóstoles, en Misiones, ya que allí funciona una línea de servicio interurbano con Colonia Liebig, Corrientes.

En todos los lugares donde se aplica el sistema los jubilados y pensionados, personal de trabajo doméstico, veteranos de Malvinas, entre otros, cuentan con acceso a la tarifa diferencial del 40 por ciento de descuento, para lo que deben registrarse en www.sube.gob.ar.

¿Cómo funciona?

La tarjeta Sube ya se utiliza en parte de la mesopotamia, de la patagonia y de la costa bonaerense de esta manera:

En colectivos: una vez dentro de un colectivo adherido a la Sube, indicar al chofer su destino y apoyar la tarjeta sobre la lectograbadora durante un segundo aproximadamente. Percibirá una señal sonora y una luz verde indicando que se debitó el costo del pasaje.

En subtes: en la red de subterráneos deberá dirigirse a los molinetes señalizados de Sube y apoyar la tarjeta, del mismo modo que se realiza en los colectivos.

En trenes: en ferrocarriles integrados a Sube, deberá pasar su tarjeta dos veces en las estaciones habilitadas, tanto en la estación de origen como en la de destino. En la estación de origen, deberá apoyar su tarjeta en el visor de la lectograbadora durante un segundo aproximadamente. Percibirá una señal sonora y una luz verde indicando que se ha debitado de su tarjeta la tarifa máxima. Luego, en la estación de destino, deberá repetir la operación. De esta manera, en caso de que el costo del viaje realizado fuera inferior a la tarifa máxima, la diferencia se acreditará a su favor. Cada pasajero podrá abonar un sólo pasaje por viaje.

En peajes: el automovilista deberá apoyar la tarjeta en el lector destinado a la tarjeta Sube.