Xiomara Naomí Méndez Morales, la adolescente de 15 años que fue hallada muerta en un auto en el partido bonaerense de Ituzaingó tras ser secuestrada en el barrio porteño de Flores, murió por «asfixia mecánica por compresión cervical y no hay signos de abuso sexual», según los resultados preliminares de la autopsia, informaron este jueves fuentes judiciales.
El peritaje del cuerpo era uno de los elementos que la fiscal federal a cargo de la causa, María Alejandra Mángano, aguardaba para indagar a los dos detenidos por el hecho, quienes están alojados en la alcaidía de los tribunales de Comodoro Py 2002.
Las fuentes dijeron a Télam que las indagatorias de Luis Alberto Fernández (40) y Martín Cortez (36) están previstas para pasado el mediodía de este jueves, ya que aún resta que entreguen en la fiscalía los objetos secuestrados en el auto donde fue hallada muerta la joven, entre ellos el cinturón con el que podrían haberle provocado la asfixia.
Detalles del secuestro
Xiomara fue secuestrada la tarde del martes pasado cuando salió del Liceo Nº 5 “Pascual Guagliamore”, ubicado en Carabobo 297 del barrio porteño de Flores, y fue interceptada por un hombre que la llamó por su nombre y la subió a un Fiat Duna rojo.
Según se determinó con el correr de la pesquisa, el hombre era un remisero conocido de la familia de la chica.
Los delincuentes amordazaron a la adolescente, le ataron los pies y las manos, le taparon los ojos y la obligaron a tirarse en el piso de la parte trasera del auto, de acuerdo a lo informado por los investigadores.
Luego se comunicaron a través del Whatsapp del teléfono de la adolescente con sus padres, a quienes les exigieron unos «30.000 pesos y cocaína» como rescate para liberarla sana y salva.
Al tratarse de un secuestro extorsivo, comenzó a trabajar en el caso la fiscal federal Mángano, junto a los detectives de la División Operativa Central (ex Antisecuestros) de la Policía Federal.
El padre de la chica, quien es remisero y aparentemente también vendía y compraba autos usados, finalmente pactó con los secuestradores el pago de 30.000 pesos que dejó cerca de la medianoche en el cruce de las avenidas Boedo y Chiclana, en Boedo.
Sin embargo, los delincuentes huyeron del lugar sin liberar a su hija y fueron detenidos en la madrugada de este miércoles en Ituzaingó tras una persecución por el Acceso Oeste y un choque en la bajada de ese partido bonaerense.
Adentro del auto, la policía encontró muerta en el piso de la parte trasera a la adolescente, que estaba amordazada, maniatada, con la cabeza tapada por una manta y cinta de embalar alrededor de la cara y el cuello, donde tenía además un cinturón de seguridad, según detallaron las fuentes.
Los efectivos recuperaron los 30.000 pesos del rescate e incautaron en el vehículo una pistola calibre 9 milímetros, una faca y precintos plásticos.
Los dos detenidos están acusados de “secuestro extorsivo seguido de muerte, agravado por haberse producido el pago del rescate y por la edad de la víctima”.