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Y como el movimiento se demuestra andando, ¿googlemos?

Carlitos Balá, con 91 años, se prepara para trabajar. Peina su flequillo, estudia el guion, se pone delante de la cámara y le habla a los chicos para irse a dormir. Con una tablet en la mano dice: “Hay que apagarla, porque son las 10 de la noche, los chicos tienen que estar en la cama ya” http://bit.ly/2po0xkoT. Para el movimiento no hay edades, pero siempre es personal y determinado por el contexto, lugar donde uno vive o nace, por su historia de vida, éxitos personales.

Desde Mosul, Siria, Principia Marsupia, a esa misma hora, nos informa que 500.000 civiles huyeron de la ciudad –se han “movido”–, mientras 6.000 niñas yazidíes siguen secuestradas desde hace 3 años dentro de la ciudad y son utilizadas como esclavas sexuales del ISIS o Estado Islámico (el movimiento para ellas es otro). La brecha tecnológica y social existe. Quienes no vivimos esta realidad pareciera que educamos según el orden natural de las cosas: es común googlear, es común movernos para comer y definir conceptos de qué y cómo es jugar, comer, educarnos y ser felices sin tratar de acercarnos a problemas tan lejanos. Y los padres y niños que se mueven como refugiados por el mundo también.

“¿Vamos a Chile?”, le dice una amiga de cuarenta y pico a su madre de 80, “a partir de esta semana desde Rosario podés comprar online pasajes a Santiago”. La semana pasada a las Malvinas, esta a Santiago; parece que Lan Chile está en todos nuestros aires https://www.latam.com/ y lo podés googlear, así como los precios. “En los 70, te acordás, Pocha, que viajábamos a Uruguayana?” http://bit.ly/Sg7Jdm (link a spot del gobierno militar cuando invitaba a consumir productos importados).

Seguimos moviéndonos, primero en idea y luego por las fuerzas naturales ahora virtuales, acompañados de nuestros nuevos amigos artificiales: los buscadores en internet, que cada vez saben más de nosotros y responden según nuestros gustos https://es.wikipedia.org/wiki/Burbuja_de_filtro. Pero si pensamos cómo buscar y qué fuente usar, podemos evadir resultados. Si existe Dios, está el Diablo, y si en casa nuestros hijos ven todos los días películas de Walt Disney, quizás haya padres que lo analizaron antes. Es el caso de Ariel Dorfman y Armand Mattelart, que escribieron un libro hace años, “Para leer al Pato Donald”, que se puede descargar gratis https://t.co/HvcgxnnssI y nos muestra la otra realidad de la “felicidad”.

Ideas, pensar, acción y movimiento, tanto en ámbitos físicos como virtuales, provocan justicias e injusticias. Y así fue como luego de años de lucha por parte de organismos que defienden una agricultura sustentable, sin agroquímicos, lograron un dictamen final contra Monsanto en la aplicación del glifosato en productos como Roundup y otros. Especialistas internacionales lo culparon de ecocidio http://bit.ly/2pPgSvw . El mismo día en Argentina, nuestra ministra de Seguridad Patricia Bullrich es mordida por un perro de la Polícia antidrogas –acto que no puede juzgarse si es justo o no – pero sí que provocó suspicacias.

Mientras tanto, googleo para no levantarme de la silla: la NASA https://go.nasa.gov/2or7EHy movió sus telescopios hacia un meteorito que rozó la tierra esta semana, el JO25, con forma de cacahuete. Encuentro archivo con el presupuesto 2017 del INCAA http://bit.ly/2pOI7Guu. Ingreso al sitio del Poder Judicial santafesino, que acaba de crear un buscador de resoluciones judiciales http://bit.ly/2po0xko; y de postre, antes de dormir, las últimas noticias en Venezuela que podrían generar movimientos próximos, esta vez, del tipo violento. ¿Será la envidia, la codicia y el odio lo que mueve al mundo; qué sabemos realmente sobre el movimiento de nosotros y las cosas?