El más reciente proyecto de ley de conservación de humedales surgido de la síntesis de más de una docena de textos, lo que remite a un amplio consenso de fuerzas políticas y colectivos ambientales, perdió estado parlamentario el año pasado por su congelamiento en comisiones de Diputados y porque el Ejecutivo nacional no amagó siquiera incluirlo en el período de sesiones extraordinarias. Ahora, desde la Casa Rosada prometen “otra” iniciativa para girar al Congreso de la que las organizaciones ecologistas recelan por indicios de hacia dónde va: consulta con los llamados “sectores productivos” para atender sus “intereses” en gran medida contradictorios con las estrategias conservacionistas, y tabla rasa con la norma fruto de un amplio debate que incluyó las voces académicas y cayó en 2021.
La Multisectorial de Humedales (MH), surgida en Rosario ante la pasividad estatal frente a los incendios en el Delta del Paraná iniciados a principios de 2020, que continuaron el año pasado y los últimos días volvieron a inundar de humo a la ciudad (uno, no el más grave, de los daños), ancló los resquemores sobre las intenciones del oficialismo en una reciente reunión junto a pares con autoridades del Ministerio de Ambiente de la Nación.
En sintonía con la escasa voluntad política por prevenir los ecocidios (en el humedal del río marrón, pero también, como ahora, en otro único en el mundo como el de los Esteros del Iberá en Corrientes), la sospecha es que se pretende licuar la potencia del texto caído en desgracia el año pasado en función del lobby de sectores inmobiliarios, agropecuarios y mineros.
“La Ley de Humedales cayó. La dejaron caer. Pero no cayó cualquier Ley de Humedales. Lo que perdió estado parlamentario es un Proyecto de Ley de Humedales trabajado, debatido y consensuado entre la comunidad científica, los territorios afectados y las organizaciones socioambientales de todo el país. El humedal hoy es tierra de nadie. Todo está permitido. Y sin una ley, el escenario se vuelve extremadamente crítico”, comienza el comunicado de la MH difundido la semana que termina.
Todo se incendia y se va
Es justo en momentos en los que ya suman más de 700 mil las hectáreas arrasadas por el fuego en Corrientes. Allí peligra el humedal, único en su tipo en todo el mundo, de los Esteros del Iberá. Por la sequía, pero también por la acción del hombre.
El último informe técnico de la Estación Experimental Corrientes del INTA sobre la evolución de las áreas quemadas señaló que al 16 de febrero de 2022 la superficie arrasada ascendía a 785.238 hectáreas. El estudio determinó además que “el ritmo de progresión del fuego entre el 7 y el 16 de febrero, fue de casi 30 mil hectáreas diarias”.
“En valores absolutos, la cobertura vegetal más afectada son los esteros (y otros bañados) donde se duplicó el área, pasando de 124 mil hectáreas a más de 245 mil”, agrega el relevaiento realizado por los técnicos Griselda Saucedo, Ruth Perucca y Ditmar Kurtz.
Una ley de presupuestos mínimos para la conservación de humedales no soluciona por sí el problema, pero establece un marco legal sobre el que instrumentar políticas. Sobre todo, de ordenamiento del uso del suelo, además de generar información técnica y científica para la actuación del Estado.
Si es que hay voluntad.
“Hablamos de un gobierno nacional que jamás mostró interés en la conservación de los humedales. Y menos aún en una ley capaz de protegerlos. Un gobierno que, incapaz de vincularse con la voluntad de las comunidades, sostiene y profundiza modos de ser y producir extractivos y contaminantes. Se fomenta la megaminería, el fracking, la explotación petrolera en el Mar Argentino, el monocultivo, el uso y abuso de agrotóxicos”, cuestiona la MH en su reciente documento. “El extractivismo no genera riqueza para los pueblos. Sí genera desarraigo, pérdida de identidad, enfermedad y muerte. Y dicho esto, el súbito interés del Ejecutivo nacional en promover una ley, más que esperanzar, alerta”, resume el sentimiento ante el accionar oficial tras dejar caer el proyecto consensuado.
Una reunión para la decepción
La desazón del colectivo ambiental se profundizó tras una reunión reciente en la cartera que conduce Juan Cabandié. “El martes 15/2 fuimos citados a una reunión virtual entre las organizaciones y el Ministerio para iniciar (cinuevamente) el debate”, es la referencia. “Quien tomó la palabra en nombre del ministro fue Gabriela González Trilla, quién trabaja dentro de la Secretaría de Política Ambiental en Recursos Naturales”, identifica el texto la interlocutra oficial.
“En la reunión nos explicaron la importancia de los humedales y lo complejo de la situación en los territorios. No…, no necesitamos clases de ecología y conservación. Necesitamos que el Ministerio sostenga con acciones concretas lo que dicen hasta el hartazgo en televisión y redes sociales”, reprocharon el contenido de la convocatoria los ambientalistas.
Las sospechas sobre un nuevo proyecto que reduce los presupuestos de preservación en beneficio de los negocios privados sin regulación está fundada en el contenido de esa reunión. “Nos dijeron que quieren abrir el diálogo a los -citamos textual- ‘sectores productivos que no han sido escuchados’. No nos mientan. Los sectores productivos sí fueron escuchados. Y por tener legisladores que calientan una banca sólo para defender los intereses de esos sectores, el proyecto de ley de Humedales cayó (por tercera vez en nuestro país)”, responden desde la MH.