El periodista Pablo García Aliverti se disculpó ayer personalmente con la viuda de Reinaldo Rodas, el custodio al que atropelló con su auto y mató y cuyo cuerpo llevó incrustado en el parabrisas de su coche por varios kilómetros a lo largo de la autopista Panamericana.
El encuentro tuvo lugar en los tribunales de San Isidro, adonde García acudió para someterse a la primera jornada de pericias psicológicas.
“Hoy charlamos por primera vez después de la muerte de mi esposo. Tuvimos una conversación intensa”, dijo Catalina Rodríguez sobre el diálogo con el hijo del locutor Eduardo Aliverti.
Además, la mujer contó: “Me pidió perdón. Fue un perdón sincero, lleno de lágrimas y yo también lloré”.
“Pablo García me sorprendió. Me dijo que se hace responsable y se comprometió a someterse a las pericias psiquiátricas”, explicó la mujer, quien se mostró satisfecha. En ese sentido, la viuda de Rodas destacó: “Me sorprendió como persona, porque la verdad que lo veía muy soberbio”.
El propio García confirmó el encuentro con la viuda del vigilador, sin entrar en detalles del encuentro “por respeto a ella y su familia”, para luego despedirse de la mujer con un beso en la mejilla.
El encuentro significó un importante cambio de actitud por parte del periodista, que una semana atrás había dicho ante la prensa que no se sentía “responsable” por lo ocurrido con Rodas.
“Uno no puede pedir disculpas o perdón por algo de lo que no se siente responsable”, dijo en esa ocasión García Aliverti.
El hecho ocurrió el pasado 17 de febrero, cuando García, de 28 años, circulaba con su Peugeot 504 y atropelló a Rodas, de 53, quien se trasladaba a bordo de una bicicleta por la Panamericana, a la altura del kilómetro 52, en Pilar.
La víctima se dirigía rumbo a su trabajo como vigilador privado en el country Mapuche.
Desde ese lugar, el hijo del periodista llevó a lo largo de diecisiete kilómetros el cuerpo de Rodas incrustado en el asiento del acompañante, a donde llegó a través del parabrisas roto de su Peugeot 504, y al arribar al peaje de Pablo Nogués avisó que traía un atropellado.
Luego de que se constató que el hombre estaba muerto, se le hizo el test de alcoholemia al conductor que arrojó un resultado positivo, con 1,45 gramos de alcohol en sangre, casi tres veces más que el máximo permitido de 0,5 gramos.