Por el Licenciado Franco Morini
Lxs cadetes se adueñan de las calles, lxs gatos se adueñan de la noche.
Lxs delfines recorren los canales de Venecia. Lxs chetos cruzan la frontera,
y lxs pobres, como siempre, insistiendo con el hambre.
El encierro enloquece a cualquiera. Lxs presxs se amotinan, ellxs saben que no miento. La yuta está de fiesta y para colmo de males siempre algún vecinx pidiendo la gorra prestada.
El ejercito de Cuba invade medio mundo (extraño ejército de batas blancas sin fusiles). Lxs amantes rompen la cuarentena. En eso no hay grieta: están perdonadxs. Las hojas secas se amontonan, ya nadie las barre. La rutina se derrumba y no es tan malo. Las horas caminan lento y la siesta es un derecho conquistado.
La peste es una pausa y las preguntas se cuelan en el aire ¿Seremos lxs mismxs cuando pase la tormenta? Yo no sé. Pero espero que no. Espero seamos otrxs. Más humanos o menos humanos, según el prisma con que se mire.
Yo sólo espero que lxs muertxs no se cuenten a montones, y que cuando llegue la mañana si es que llega, el cielo no se nuble y el sol salga para todxs.
Colegio de Profesionales de Trabajo Social 2da.Circ.Santa Fe