El mal tiempo jugó una mala pasada a los carnavales de la Isla de los Inventos, pero finalmente se pudo hacer la primer noche. Ya el lunes, unas 50 personas se llegaron a la estación de trenes, a pesar de la lluvia y la suspensión. Anoche martes, comenzó más tarde porque no paraba de lloviznar, pero la orquesta comenzó a tocar a las 21 hs.
Una murga pasó entre las mesas, cabezudos se asomaban en lo alto. Los chicos corrían con pomos de agua de rosas para jugar al carnaval como en nuestras infancias, el solemne locutor pedía que no compraran la espuma en lata que un oportunista vendedor ofrecía sobre calle Corrientes.
Hadas, bailarinas, hombres araña, piratas, fantasmas, princesas. Los nenes con sus disfraces hacían cola en un gazebo instalado como estudio de fotografía, para que les tomen una foto que al terminar la velada, les será entregada como premio por sus personificaciones. Otros intentaban pegar lentejuelas y plumas en máscaras de cartón y antifaces. Una veintena de jóvenes actores paseaban sus personajes por el empedrado. En la isla de los Inventos pretenden que el carnaval sea como aquellos que ser hacían en la década del 50, con papel picado y pomos de agua, con ganas de compartir y de divertirse.
Las orquestas fueron pasando por el escenario decorado con luces de colores. Inspiración Tanguera, La Cotorra, Los Madrileños, La Cotorra, Los Diamantes Azules, Homero y sus Alegres. Pasodobles, murga uruguaya, valses, tangos, canciones de todos los tiempos y que todos conocen son presentadas formalmente por el conductor Ernesto San Ramón.
Esta noche se repite a las 20 hs. La magia y la alegría del carnaval tienen el mejor marco en Wheelwright y Corrientes, partiendo de la creatividad y producción de La Isla de los Inventos. Una buena ocasión para buscar el viejo traje de bailarina española a lunares, ponerse el enorme peinetón en el pelo, pintarse un lunar en la mejilla y salir taconeando para el Baile de Carnaval.