El seleccionado argentino, con todos sus sueños a cuestas y un recibimiento que tuvo más periodistas que hinchas, llegó ayer por la mañana a la ciudad de Pretoria, donde Diego Maradona eligió permanecer durante toda su estadía en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Luego de más de nueve horas de viaje, los delegación argentina que partió de Buenos Aires llegó a Johannesburgo, a las 3.40 (8.40 hora local) y una hora más tarde arribaron, en micro, a Pretoria.
De buen humor bajaron los jugadores y el cuerpo técnico argentino del avión y la mayoría descansó sin problemas durante todo el viaje.
Una vez en Johannesburgo, y luego de los trámites migratorios, el plantel argentino se subió a un micro -hubo dos, atrás iban los dirigentes y allegados- y desde la pista partieron hacia Pretoria.
Escoltada por seis motos y tres autos de la policía, la delegación argentina viajó en micro los poco más de sesenta kilómetros que separan Johannesburgo de Pretoria.
En la sede de la Universidad de Pretoria a los jugadores argentinos lo esperaron casi un centenar de medios y unos pocos curiosos.
Por pedido de la AFA, a unos cien metros del ingreso al predio se colocó una valla policial y nadie pudo ver de cerca de los jugadores ni al cuerpo técnico.
Sólo los fotógrafos con sus lentes pudieron tomar imágenes de los argentinos ingresando al hotel de la Universidad de Pretoria, donde dormirán y entrenarán.
Maradona, en el aeropuerto, se mostró de buen humor, saludó a la gente y a la hora de subirse al micro ocupó el primer lugar secundado por sus ayudantes de campo, Alejandro Mancuso y Héctor Enrique.
Una vez que todos se bajaron del micro, la delegación fue a desayunar para luego acomodarse en sus respectivas habitaciones. La idea es que hoy comiencen con los trabajos fuertes pensando en el partido debut mundialista, que será el sábado 12 de junio, en Johannesburgo, ante Nigeria.
Luego, el equipo de Maradona jugará ante Corea del Sur (el jueves 17 de junio, también en Johannesburgo) y el martes 22 cerrará su participación en el Grupo B enfrentando a Grecia, en Polokwane.