Los seleccionados de Argentina y Brasil igualaron esta noche sin goles en el partido de ida de la primera edición del «Superclásico de las Américas», que tendrá su desquite el 28 del corriente en la ciudad de Belem.
En el balance general, el empate fue el resultado más justo para la noche cordobesa, y aunque los casi 55 mil espectadores que llegaron al estadio Mario Kempes, no vieron ningún gol, se deleitaron con algunas jugadas de muy buena factura.
Buenos fueron los minutos iniciales de Argentina, teniendo la pelota lejos del arco de Orión y recuperando rápido, cuando la posesión era de los visitantes.
La primera jugada de peligro llegó a los 8 minutos: tras una pelota recuperada en el mediocampo, Emiliano Papa trasladó y tocó a la izquierda, Juan Manuel Martínez la llevó hasta el fondo, tiró el centro y Mauro Boselli remató de volea por arriba.
Los brasileños, de a poco, comenzaron a emparejar el trámite y a los 12 minutos apareció la velocidad y habilidad de Neymar, que se sacó sin problemas la marca de Sebastián Domínguez y, con un tiro rasante, habilitó al goleador Leandro Damiao, quien estrelló su remate en el palo.
Una clara de Boselli, que no pudo empujar al gol muy cerca del arco, cuando recibió un pase desde la derecha, luego un centro de Martínez, que Rever mandó al córner cuando se metía por el segundo palo, mostraban a un equipo local como dominador.
Luego de este primer cuarto de hora, el partido cayó en un bache, los albicelestes no podían llegar con claridad, y los visitantes no lograban que se junten la dupla Ronaldinho-Neymar y tampoco crearon situaciones de peligro para Orión.
Un gran remate del Burrito Martínez, de media distancia, que se fue pegado al palo izquierdo de Jefferson, fue la única jugada de relevancia en la última media hora del primer tiempo.
Fue justamente el delantero argentino, quien junto a su compañero de equipo en Vélez Sarfield, Héctor Canteros, los dos mejores jugadores en esos 45 minutos iniciales.
La nota preocupante de ese segmento inaugural fue la salida de Boselli, el delantero de Estudiantes se retiró con una molestia en la parte posterior del muslo derecho y le dejó su lugar al atacante de San Lorenzo Emanuel Gigliotti, a los 24 minutos.
El ex All Boys tuvo la primera chance en la segunda mitad, pero a los 10 minutos no pudo aprovechar una buena habilitación de Martínez, que lo dejó solo de cara al gol, aunque se demoró y los defensores visitantes le cerraron el camino.
Poco a poco, los dirigidos por Mano Menezes fueron metiendo a Argentina contra su arco, aunque sin demasiadas opciones de peligro, ya que el manejo de Ronaldinho era muy lejos del arco de Orión.
A los 32 minutos llegó la alegría brasileña en todo su esplendor. Leandro Damiao superó a Papa con un autopase por arriba y luego pateó cruzado de emboquillada, pero nuevamente el palo le dijo que no al delantero del Inter de Porto Alegre.
Los de Sabella apostaron en ese período a la velocidad del ingresado Pablo Mouche (reemplazó al lesionado Martínez), aunque el delantero de Boca se movió mucho pero no inquietó demasiado el arco rival.
Dentro de dos semanas en Belém se definirá qué equipo se quedará con la primera edición del «Superclásico de las Américas».
