Aunque desde la Empresa Provincial de la Energía anunciaron que ya no hay cortes rotativos programados por el creciente consumo de electricidad a partir del agobiante calor, sigue habiendo sectores de la ciudad de Rosario en donde se suceden las interrupciones del suministro a partir del colapso energético y del déficit infraestructural de la prestadora del servicio.
Este jueves se registran temperaturas no tan elevadas como las jornadas de martes y miércoles en Rosario y la región. No obstante el alivio, sectores del centro rosarino continúan lidiando con la falta de luz. Tal es el caso de la cuadra de Rioja y Maipú. Algunos comercios optaron por utilizar generadores para seguir atendiendo a clientes; otros se encomiendan a que vuelva la luz.
«La situación es complicada porque ayer sufrimos un corte de luz de aproximadamente 20 horas. Inclusive hoy se volvió a cortar e hicieron un arreglo provisorio. Había vuelto la luz anoche cerca de las 11 y hoy antes del mediodía se volvió a cortar. Tenemos alimentos que lamentablemente tendremos que tirar. Si no vuelve la luz, no podemos sostener la cadena de frío para venderlos», lamentó una comerciante del rubro gastronómico de la cuadra de Rioja al 900.
Desde la EPE no otorgaron precisiones sobre un horario para el restablecimiento del suministro. «La primera vez nos atendieron para tomar el reclamo, pero la segunda vez que llamamos nos dijeron que no tienen horario para restituirnos el servicio. Estaban arreglando una boca subterránea pero no tenían horario específico. Así no podemos organizar la mercadería que tenemos en freezers y conservadoras», manifestó la comerciante en Radio Dos.
A la gastronómica lo salva el hecho de vivir cerca del negocio. «Compramos hielo para mantener la mercadería en conservadoras y tenemos suerte de vivir cerca del local. En nuestro domicilio particular guardamos alimentos en un freezer grande a la espera de que vuelva la luz», señaló.
En la esquina de Rioja y Maipú, el propietario de un bar espera con ansias que regrese el servicio de luz. «El sector gastronómico es el más golpeado. Cuando no es la pandemia, es la falta de servicios. Tratamos de salvar la mercadería con los freezers cerrados. Es una incertidumbre total porque no sabemos cuándo va a volver la energía», reconoció.